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Los resultados Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com “El mundo exige resultados. No le cuentes a otros tus dolores del parto. Muéstrales al niño”. Tan profunda reflexión la expresó Indira Gandhi, primera ministra de India entre 1966 y 1977, y de 1980 a 1984, año en el que fue ejecutada. La leímos este jueves, por una publicación […]
22 de abril de 2022

Los resultados

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
“El mundo exige resultados. No le cuentes a otros tus dolores del parto. Muéstrales al niño”.

Tan profunda reflexión la expresó Indira Gandhi, primera ministra de India entre 1966 y 1977, y de 1980 a 1984, año en el que fue ejecutada. La leímos este jueves, por una publicación que hizo en Twitter el doctor Oswaldo Salom, Alto Comisionado de Naciones Unidas para las Américas.

Nos puso a meditar en dos vertientes: una, el empoderamiento de la mujer desde mucho antes de que el tema se pusiera de moda y en un país que es el segundo más poblado del mundo -mil 380 millones de habitantes- erigido como potencia nuclear y económica, aunque a la vez reflejo del fenómeno más notorio ahora con la globalización: la abismal diferencia entre pobres y ricos.

La segunda vertiente es acerca de lo que sucede cuando alguien adquiere tanto poder que se pervierte y, pese a la magnificencia de su pensamiento, ello deriva en situaciones que le hacen muchísimo daño al conglomerado social, más allá de sus saldos positivos.

Se han hecho los más sofisticados análisis de cómo el poder pervierte o cómo la concentración de poder, a todos los niveles, llega a transformar a los individuos al punto de perder no solo el piso, la congruencia, sino sobre todo causar daño irreparable.

No tiene parentesco con Mahatma Gandhi. Su apellido famoso -Indira Priyadarshini Gandhi- lo adoptó, según la costumbre, de su esposo Feroze Gandhi. Poseedora de formación universitaria en Inglaterra, rechazó asumir el papel tradicional de la mujer dedicada a atender a su familia.

Aprovechó tanto su participación en la lucha de Mahatma Gandhi como el hecho de ser hija de Jawaharlal Nehru, quien luego de la independencia de India y Pakistán en 1947, que en principio derivó en sangrientas guerras intestinas y la muerte de muchos millones de personas, se quedó en el poder durante 17 años.

Desde 1938 había ingresado al Congreso Nacional Indio. No sorprendió la decisión de su padre de imponerla en 1959 al frente del partido en el poder.

Aquí, un paréntesis para una anécdota curiosa que nos platicó hace algunos años la periodista mexicana Estela Baylón, que puede dar una idea de la trascendencia que tuvo el hecho de que Indira Gandhi comenzara a empoderarse en 1959:

Lo que nos platicó Estela ocurrió en los años ochentas: como reportera de la fuente presidencial en México, viajó a India con el jefe del Ejecutivo en turno. Al llegar al hotel en donde habría de hospedarse la comitiva, para registrarse se les formó de un lado a los varones y del otro a las mujeres… junto con el equipaje.

Poco después se enteraron de que las mujeres no tenían permitido entrar al restaurante, por lo que los reporteros se encargaron de llevarles los alimentos a ellas a su habitación. La discriminación hacia las mujeres continúa dándose en muchísimas partes del mundo. Incluso existe entre algunas familias tabasqueñas; sobre todo en zonas indígenas, en donde se privilegia a los varones.

Bueno. Cuando fallece su padre, Indira Gandhi no lo sucede en el cargo, pero sí pasa a ser ministra de Información y Radiodifusión, y en 1966 asume como primera ministra, a la vez que desempeña los cargos de ministra de Finanzas, del Interior y de Defensa. ¡Lo es todo al mismo tiempo!

En plena guerra fría se alinea con la Unión Soviética. En 1975 declara estado de emergencia y dicta censura a los medios, suspende el derecho a la defensa en cortes de justicia, ordena la esterilización obligatoria. Gobernó por decreto hasta 1977, cuando ante la presión social convoca a elecciones, las que perdió ante el Partido Popular Indio.

Se le acusa de corrupción y, entre otras cosas, de reprimir a los opositores y fraude electoral. Pero Indira Gandhi es muy fuerte y el nuevo gobierno no dura mucho. En 1980 retoma el poder formal. Esta vez reprime a separatistas sij y ordena genocidio. En 1984, tres meses después de haberse reelegido a la mala, dos de sus guardaespaldas le meten 31 balazos.

Terrible historia. Una mujer brillante, ejemplo de empoderamiento femenino, que se corrompió con el poder por el poder infinito; a quien no le importó incurrir en los peores crímenes y que, tal como sucede en las dictaduras a lo largo de la historia, es adorada por sus fanáticos y odiada por muchos.

India logró avance económico, pero tiene una élite rica con, digamos, pueblo pobre. Mucha miseria. Los extremos. La paradoja. Una situación exacerbada en tiempos de Covid y que no terminará cuando el mundo haya superado la pandemia.

Y sí: los resultados son los que cuentan. Pero las palabras pueden escucharse y leerse bonitas, aunque la realidad sea otra, con el niño muerto de hambre.
Twitter: @JOchoaVidal

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