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El mensaje atemporal Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com Benito Juárez, un personaje de carne y hueso. Imposible, despojarlo de su naturaleza humana. Pero su vida, su legado para la patria, es lo que sobresale en él. Y este lunes, en el acto cívico con motivo de los 216 años de su natalicio, Enrique Priego Oropeza refiere […]
22 de marzo de 2022

El mensaje atemporal

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Benito Juárez, un personaje de carne y hueso. Imposible, despojarlo de su naturaleza humana. Pero su vida, su legado para la patria, es lo que sobresale en él. Y este lunes, en el acto cívico con motivo de los 216 años de su natalicio, Enrique Priego Oropeza refiere anécdotas con enseñanza de plena vigencia, en toda época, en todo tiempo:

En Guadalajara, en su peregrinar como Presidente de la República, salió solo del Palacio de Gobierno, atravesó la Plaza de Armas y entró en una peluquería para cortarse el cabello. Esperó su turno, se sentó y puso su sombrero en la silla contigua. El peluquero no sabía quién era, por lo que al ver a un ciudadano chaparrito y prieto, lo reprendió diciéndole: “El sombrero se pone en el clavijero”.

Don Benito tomó su sombrero y lo colocó donde le dijeron. Al rato llegaron algunos colaboradores diciéndole: “Señor Presidente, ya nos tenía usted preocupados por su ausencia”. Al darse cuenta el peluquero de que su cliente no era otro que el Presidente Juárez, se deshacía en disculpas. Juárez le respondió. “No se disculpe, amigo; el Presidente es el primero que debe respetar el sitio donde se encuentre”.

Cierta vez, recibió en su despacho de Palacio Nacional a un juez que llegó a informarle que había asistido a una diligencia judicial en la casa del señor Delfín Sánchez, y éste lo había injuriado y golpeado.

¿Qué providencias ha tomado usted?, le preguntó Don Benito. “He mandado aprehender al señor Delfín Sánchez y espero que a estas horas se haya cumplido la orden”, respondió el funcionario público.

“Está bien”, repuso el Presidente. “Veo con gusto que es usted digno del alto puesto que ocupa”.

Delfín Sánchez era yerno de Don Benito, por lo que poco después se presentó desolada su hija Felícitas Juárez Maza, rogándole a su padre que interpusiera su alta influencia para que se devolviese inmediatamente la libertad a su esposo.

Don Benito escuchó tranquilamente a su hija y cuando concluyó de hablar le contestó: “Imposible es complacerte, hija mía. La ley me lo prohíbe. Tu marido ha cometido una falta y es preciso que sufra el castigo consiguiente. Yo y todos los míos, somos los que estamos más obligados a dar el ejemplo de respeto a la ley y los que debemos ser más severamente castigados por el desacato a esa misma ley”.

Luego de platicar estas anécdotas, durante la ceremonia que encabezó a nombre del Ejecutivo del Estado el secretario de Gobierno, Guillermo del Rivero, Enrique Priego concluye:

“Ese fue y sigue siendo el Benito Juárez que venimos a homenajear. Ese es el ejemplo de lealtad, de austeridad y de patriotismo que hoy venimos a recordar. Ese es el reformador y creador de las instituciones, de la libertad y de la Patria, de la cual nos sentimos muy orgullosos.

“Es el ejemplo para los jóvenes que quieren triunfar en la vida, para los ciudadanos que aspiran a servir a la sociedad. Es ejemplo permanente para los que somos servidores públicos; para que no olvidemos nunca que protestamos, al tomar posesión del cargo, cumplir y hacer cumplir la Constitución y las leyes que de ella emanen”.

El titular del Poder Judicial añadió: “En estos tiempos de guerra y egoísmos, reafirmemos nuestra vocación juarista, de que ‘entre los individuos como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz’.

“En esta etapa que vive nuestro país en la que el gobierno de la República y el gobierno de Tabasco luchan por superar rezagos y alcanzar el bienestar que todos los mexicanos y tabasqueños se merecen -puntualizó- los ideales y los principios juaristas están presentes, y tenemos la seguridad y la convicción de que con ellos saldremos victoriosos”.

Así daba respuesta a preguntas que formuló en un inicio de su discurso con calidad de orador oficial a nombre de los tres Poderes:

Especialmente los jóvenes y los niños aquí presentes, se preguntarán: ¿Por qué cada año acudimos reverentes ante el improvisado pedestal de la Patria? ¿Por qué en todos los poblados de la República Mexicana, en todas las ciudades grandes o pequeñas, los estudiantes, los maestros, los militares, los ciudadanos en general y las autoridades, ante la presencia digna de nuestra Bandera Nacional, recordamos y rendimos homenaje a este indio zapoteca llamado Benito Juárez García?

Enumeró varias razones. Dos de ellas ya dicen muchísimo:
Nunca abandonó a los de su raza. Y como abogado defendió sus causas, tal es el caso de los indios de Loxicha, a quienes defendió de las arbitrariedades clericales y por ello, incluso, fue encarcelado. Porque fue leal a sus principios, porque fue liberal por convicción y nunca por conveniencia.
Twitter: @JOchoaVidal

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