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Ferrer: delegados son para servir Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com Por fortuna, hay alcaldes en Tabasco que entienden -en congruencia así actúan- bajo el entendido de que la Constitución les ordena gobernar para todos; escuchar a todas las voces, atender a los gobernados sin distinguir en qué partido militan o si votaron por él o no. […]
11 de marzo de 2022

Ferrer: delegados son para servir

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Por fortuna, hay alcaldes en Tabasco que entienden -en congruencia así actúan- bajo el entendido de que la Constitución les ordena gobernar para todos; escuchar a todas las voces, atender a los gobernados sin distinguir en qué partido militan o si votaron por él o no. No es tarea fácil, en una sociedad tan plural como la de Huimanguillo; un municipio poseedor de enorme potencial en todos los rubros, pero al mismo tiempo con rezagos.

Oscar Ferrer Abalos es un ejemplo de que se pueden hacer bien las cosas. Ya lo hizo como presidente municipal en un primer trienio, casi a inicios de siglo, y vemos que lo está haciendo ahora. Se observa en él esmero en su trabajo, en el cumplimiento de los compromisos que suscribió con el electorado, aun en una situación presupuestal que es mucho muy diferente a la que tuvo durante su periodo anterior.

El pasado miércoles tomó protesta a quienes ahora ya se desempeñan como delegados municipales de las comunidades y colonias del municipio. Leímos en redes sociales que en alguno de esos lugares alguien recrimina que el delegado que quedó no es militante del partido en el poder. La explicación, se deduce, es clara: la autoridad, en uso de las facultades que le confiere la ley, otorgó la confianza a una persona aceptada por la mayoría de sus vecinos.

En su mensaje pronunciado durante la ceremonia realizada en la Casa de la Cultura, el alcalde da cuenta de su sensatez, así como de su experiencia como funcionario público, y explica:

“Vamos a hacer sinergia y hacer una fuerza ciudadana que nos permita poder asistir a las comunidades; que nos permita llevar la obra social y también escuchar. El nombramiento no es poder. Es un papel que nos identifica, para poder estar al servicio de la comunidad”.

Asimismo -en un municipio en el cual de repente hacen ruido en Facebook y, para variar, cualquiera replica chismes sin sustento- alertó:

“No debe existir división ni divorcio, porque quien padece las necesidades es la comunidad. Por ello, la importancia de ir todos de la mano. ¡Que no se propague nunca el rumor de la discordia!”

Insístase: de nada sirven los actos de autoridad si no los legitiman las mayorías y es improbable lograr la unanimidad de voces. De igual manera, el delegado es solo un portavoz, un gestor, un intermediario, mas no debe ni puede ser operador político para tal o cual bandera. Recordemos que en ese caso el mandato constitucional lo tiene quien preside el ayuntamiento con su cabildo y nadie más.

Y también está claro el compromiso institucional y personal de quien gobierna a uno de los municipios más grandes -en todos sentidos- del estado:

“Hoy tenemos que respaldar los proyectos de nuestro Presidente de la República. Por eso tenemos que hacer un trabajo que valga la pena; un trabajo que se reconozca, pero considerando que el reconocimiento no es en boca propia. Tiene que ser -enfatizó- en boca de los demás: de los que no confían, de los que no creen en nosotros. Vamos a decirles que hemos venido aquí para trabajar por un Huimanguillo mejor”.

Los nuevos delegados municipales recibieron sus constancias, gafetes y sellos oficiales. Previamente, la secretaria del ayuntamiento, Maribel Morales Cruz, los exhortó a entender la necesidad de estar en constante comunicación con el gobierno municipal. También la funcionaria les pidió “trabajar de la mano, vernos como el equipo que somos, dejando de lado los intereses políticos, pues ustedes serán el vínculo entre el municipio y los habitantes de las comunidades”.

Es por ello, les dijo, que las diversas direcciones que integran este ayuntamiento estarán siempre con las puertas abiertas para atender, asesorar y buscar las mejores alternativas de solución a los conflictos de sus entidades.

Un dato curioso: antes los delegados municipales eran, al igual que ahora, por designación directa de la autoridad. Recordamos que en su primer trienio Ferrer procuró nombrar a verdaderos representantes comunitarios.

Más tarde la figura de delegado se convirtió, por decisión del Congreso del Estado, en un cargo de elección. Todo ello solo sirvió para que los partidos promovieran a sus candidatos a manera de operadores políticos y para que no pocos de los ganadores se sintieran, como se dice en lenguaje coloquial, “gananciosos” y, con frecuencia, incurrieran en actos de corrupción.

Los más, terminaron quemados. Muchos hicieron un trabajo decente o, de plano, muy mediocre. Estará por verse si quienes están recibiendo ahora la confianza otorgada por los cabildos se ponen a la altura de las circunstancias, como sí lo ha hecho nuestro amigo Oscar Ferrer Abalos.
Twitter: @JOchoaVidal

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