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Oscar Ferrer se emplea a fondo Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com Siete semanas de gestión. Las cosas no han sido fáciles. Resulta ser determinante, sin embargo, la dedicación, la voluntad de hacer bien las cosas, la buena actitud ante la gente, hablar de frente. Y, sin pretexto que valga, ocuparse de los servicios públicos. No hay […]
25 de noviembre de 2021

Oscar Ferrer se emplea a fondo

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Siete semanas de gestión. Las cosas no han sido fáciles. Resulta ser determinante, sin embargo, la dedicación, la voluntad de hacer bien las cosas, la buena actitud ante la gente, hablar de frente. Y, sin pretexto que valga, ocuparse de los servicios públicos. No hay tiempo qué perder.

Así se puede resumir lo que está pasando en Huimanguillo, en donde Oscar Ferrer Ábalos por segunda ocasión es alcalde, siempre con la camiseta obradorista bien puesta; en definitiva, con la convicción de que está obligado a gobernar para todos, porque el proceso electoral y su calificación por los órganos competentes hace mucho tiempo que quedó atrás.

El pasado martes platicó con representantes y líderes de las comunidades de la región de la sabana. En la sala del cabildo, escuchó diversos planteamientos.

En ese municipio, como en los otros dieciséis, está en marcha el proceso de consulta marcado por la ley con miras a la elaboración del Plan Municipal de Desarrollo 2021-2024, en el cual quedarán definidas las líneas de acción gubernamental, para aplicarlas a la brevedad posible.

A la par, con su personal conocimiento pleno de la problemática de cada rincón del municipio y con la experiencia que le proporcionó su anterior trienio, se ocupa de prioridades y pone especial énfasis en aspectos financieros, porque en verdad las cosas no están fáciles en este cierre de año e inicio de 2022, sobremanera por los adeudos a CFE así como a ex trabajadores.

“Los he escuchado señalar que sus caminos son la prioridad para ustedes, pero necesitamos hacer un proyecto para realizarlo en el siguiente año, ya que lo que se planea se logra realizar y se hace de excelente calidad”, expuso el alcalde ante los representantes comunitarios.

Y les dejó en claro: “A mí me gusta dar soluciones, pero soluciones que duren; no para salir del paso”. Por ello, porque no tienen cabida los engaños o falsas expectativas, pidió: “Tengan paciencia”.

Las obras que se llevarán a cabo, afirmó, constituirán soluciones duraderas, que den respuesta a las necesidades de la gente. No será de las llamadas “de relumbrón”. Es decir, aquellas que están mal hechas, que como se dice en lenguaje popular solo sirven “para taparle el ojo al macho” y que pasado un corto tiempo ya no sirven.

En el diálogo tuvieron voz pobladores de las rancherías Arena, Lázaro Cárdenas y Pedregalito.

Ese mismo día se informó que el ayuntamiento de Huimanguillo actuó como mediador en un potencial conflicto social que quedó desactivado cuando funcionarios de Pemex se comprometieron con habitantes de las rancherías Macayo y Naranjo, al igual que del ejido Limoncito, para que reciban el pago de indemnizaciones por afectación producto de la actividad petrolera.

Por parte de la empresa suscribieron el acuerdo Arturo Burnett Domínguez, Isaías Torruco Cadenas y Edgar Traconis Farías. Con calidad de testigos acudieron también José Bocanegra y Mario de la Cruz Aguilar, funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Energético de Tabasco.

Hay que recordar que las afectaciones derivadas de la exploración y explotación petrolera han sido fuente de conflictos desde finales de los años setentas. A veces por tareas propias de Pemex y otras por trabajos realizados por compañías que le trabajan. La lucha por atender a los afectados ha sido encabezada por el movimiento obradorista desde el surgimiento primero del PRD y más tarde de MORENA, como también sucedió con los problemas atribuibles a CFE.

En general se observa a Oscar Ferrer y su equipo de trabajo enfocados en hacer lo más que se puede, hasta donde se pueda, dentro de las limitaciones presupuestales existentes.

Por razones que nos parecen absurdas o al menos faltas de sentido común, la fecha de inicio del trienio se cambió al 5 de octubre.

Con anterioridad, para ese día del último año del periodo constitucional, los alcaldes en turno se encontraban ya en severas dificultades financieras, con el cierre de año y ejercicio fiscal en puerta, y con obligaciones laborales para las que no les alcanzaba el presupuesto.

Cuando entraban en funciones las nuevas administraciones, el primero de enero, tenían que arreglárselas para sobrellevar los problemas, a la espera de que hacia marzo, abril o mayo dispusieran de recursos para trabajar y cumplirles a los electores.

Desde el trienio anterior, esa agonía de inicio de nuevo ejercicio fiscal se estiró y pasó de tres o cuatro a seis o siete meses. Y quizá las cosas se compliquen más para los municipios dentro de unos 34 meses, pues entonces -2024- también el nuevo Presidente de la República y el gobernador entrarán en funciones en octubre.
Twitter: @JOchoaVidal

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