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Raúl Ojeda, sin calenturas Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com La afiliación de César Raúl Ojeda Zubieta a MORENA y su inmediata designación como delegado en Morelos provocó ñáñaras en más de uno. Pero, en verdad, los inquietos pueden serenarse: el jonuteco entró como un soldado más, aunque lo hayan nombrado comandante de campo. No anda con […]
17 de noviembre de 2021

Raúl Ojeda, sin calenturas

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
La afiliación de César Raúl Ojeda Zubieta a MORENA y su inmediata designación como delegado en Morelos provocó ñáñaras en más de uno. Pero, en verdad, los inquietos pueden serenarse: el jonuteco entró como un soldado más, aunque lo hayan nombrado comandante de campo. No anda con calenturas futuristas.

Tal afirmación se hace con pleno conocimiento y también con la amistad que nos une. En 1999 se afilió al PRD de Andrés Manuel López Obrador. Por su valía, el actual Presidente de la República lo impulsó para ser candidato a la gubernatura en el 2000.

Ya era precandidato de unidad cuando Roberto Madrazo impone a Manuel Andrade como abanderado del PRI, mediante una simulada elección interna que se realizó el 4 de abril. Aquella noche los entonces amigos y colaboradores cercanos de Arturo Núñez nos encontrábamos en el Hyatt, luego de confirmarse ese fraude.

Raúl llegó, con la autorización de Andrés, para ofrecerle a Núñez la nominación por el PRD. Esto es: él iba a cederle el espacio. Nada más que aquél no quiso, en virtud de que conservaba la esperanza de que Francisco Labastida, al ganar la Presidencia, hiciera a un lado a Andrade.

Esa elección del 2000 en principio se la robó Andrade por estrecho margen de votos, pero el 30 de diciembre el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación resuelve la histórica anulación electoral por ser fraudulenta. Una consejera del órgano local electoral nos dijo que a ella no le quedó duda de que en realidad el triunfo correspondió a Raúl.

En la elección extraordinaria se repite el fraude y se impone Andrade al recurrir, entre otras mañas, a la compra de cabezas del propio PRD y, en general, a las trampas instrumentadas por el mapache mayor Joel Cárdenas, un corrupto más conocido como La Abeja Africana, entre otros puercos hoy incrustados en MORENA.

En 2006, para desgracia de Tabasco, Andrés Granier se le metió “hasta la cocina” a los madracistas.

Primero, éste desplaza a Florizel Medina, así traicionado por Andrade. Un día de otro abril salió la línea de la Quinta Grijalva a favor del nefasto Químico, luego de que el coordinador de campañas en jefe, léase Manuel, decidió apuñalar por la espalda a Pechel, al perfilarse que Madrazo sería aplastado por Obrador y Felipe Calderón.

Granier había tenido en nómina, durante su periodo como alcalde de Centro, a prominentes perredistas. En los años siguientes continuó comprando a figuras del amarillo. El desenlace es por todos conocido: por más que el propio Obrador -así lo escuchamos en Cucuyulapa- exhortó a votar por los candidatos del PRD, pudo más el dinero y la traición.

En 2012, los dos principales precandidatos del amarillo fueron Adán Augusto López Hernández y Arturo Núñez Jiménez, pero Andrés Manuel quiso brindarle la oportunidad a éste último. Granier como gobernador negoció su respaldo económico a Núñez en campaña y dejó tirado a Jesús Alí de la Torre. Otro juego de traiciones.

Meses más tarde, Núñez a su vez traiciona a Granier, quien termina en la cárcel acusado por delitos del fuero federal, sin que el procurador Fernando Valenzuela Pernas haya podido sustentarle cargos a Andrés, quien hoy insiste en presentarse como víctima y cometió el error de exponerse al ridículo en que quedó este año como candidato a presidente de Centro.

Ojeda, por su parte, al igual que otros andresmanuelistas, en 2013 se integró al gabinete nuñista, desde luego con el visto bueno de Obrador. Pasada la elección intermedia, deja la Secretaría de Gobierno y se dedica a sus actividades productivas.

De cualquier manera, en 2018 participó en eventos de campaña tanto de Andrés Manuel como de Adán Augusto. Obviamente, el Presidente de la República le guarda un profundo afecto y reconocimiento, al punto de que en cuatro ocasiones lo ha invitado a integrarse a su equipo de colaboradores, como platicó hace unos días el jonuteco en un programa de radio.

Así llegamos a la fecha actual. Han pasado 22 años desde que se puso el sello obradorista. Es un hombre vigoroso, a sus 69 años. Una mente lúcida. Un individuo congruente con sus ideales, que jamás niega ayuda a quien se le acerca con algún problema. En los años recientes se le ha visto muy activo en redes sociales, siempre con expresiones de apoyo a la 4T.

De manera incondicional se afilió a MORENA y no porque ya ande haciendo campaña para posicionarse porque sueñe con ser el siguiente gobernador u otra cosa. Es muy amigo también de Adán y del gobernador Carlos Merino. Su aspiración es ser útil, sin esperar recompensa. En Morelos permanecerá mientras que así lo considere necesario su partido.
¡Que a nadie le dé chorrillo por ello!
Twitter: @JOchoaVidal

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