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El anuncio y las tareas pendientes Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com Apenas en la víspera hicimos un recuento de la situación de emergencia económica en que se encuentra Tabasco y este martes Adán Augusto López Hernández nos da la sorpresa no nada más de un acuerdo magnífico con CFE, aun con las condiciones que en su […]
15 de mayo de 2019

El anuncio y las tareas pendientes

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
Apenas en la víspera hicimos un recuento de la situación de emergencia económica en que se encuentra Tabasco y este martes Adán Augusto López Hernández nos da la sorpresa no nada más de un acuerdo magnífico con CFE, aun con las condiciones que en su momento conoceremos los usuarios, sino también de que aquí ha sido posible que se reúnan bajo un mismo techo y con un interés superior él y los representantes del oposicionismo.

Faltan por conocerse algunas precisiones; entre ellas, a partir de qué fecha aplicará la condonación de adeudos y si CFE pretende, digamos, que mediante la firma de los nuevos contratos los clientes acepten la instalación de los medidores con los que se puede suspender a distancia el servicio, etcétera.

De cualquier manera, los puntos anunciados por el gobernador superan la expectativa previa, incluidos dos aspectos fundamentales: la prolongación de la tregua por un tiempo más, porque ello permitirá a muchos recomponer sus finanzas en la medida de que se dé la recuperación económica, y la urgentísima rehabilitación de la infraestructura de suministro energético.

Esto último se descuidó por parte del monopolio gubernamental desde hace muchas décadas, al punto de que continúan en operación transformadores y redes que datan hasta de hace más de 60 y 70 años, cuando que se trata de equipos, alambrados y circuitos cuya vida útil, en un clima extremo como el de Tabasco, es de no más de unos veinte o treinta años, siempre y cuando obtengan el indispensable mantenimiento.

Por otra parte, habrá que entender que la tarifa lograda en estas negociaciones es el punto de partida para el esquema de cobro que en mala hora puso en vigor el régimen de Vicente Fox Quesada, por el cual basta con tener en operación más de un aparato de aire acondicionado para que el consumo se dispare y el usuario brinque en automático de un nivel tarifario a uno superior, con sobreprecio entre uno y otro de hasta 40 por ciento.

Eso significa que los usuarios que no tenemos simplemente ventilador, refrigerador y alumbrado, aun con la nueva tarifa que se prevé entre en vigor en la siguiente facturación, tendremos que ser siempre cuidadosos en el consumo, de modo que ahorremos y, aun con los problemas económicos, mantenernos al corriente en los pagos.

No faltan más que unos cuantos días para tener información completa de cuáles son las reglas del acuerdo derivado de esta histórica negociación gubernamental y poder opinar, entonces, con todos los elementos sobre la mesa.

Nos queda claro, sí, que la CFE debería emprender un programa de revisión de instalaciones domésticas, comerciales e industriales -necesariamente con modificaciones legales previas, porque solo con presunciones no puede ningún trabajador de la empresa meterse sin permiso a un domicilio- para erradicar el robo de energía, cuyo impacto probablemente se aproxima o supera a los once mil millones de pesos que es el monto al que asciende la condonación adelantada por Adán Augusto.

Se sabe que desde hace cincuenta, sesenta años o más, ha habido algunos funcionarios corruptos de CFE que hacen negocio con particulares y empresas, sobre todo con estas últimas, haciéndose cómplices del robo de energía.

Llegamos a conocer a uno que otro de esos funcionarios y a líderes corruptos del sindicato de electricistas, que se hicieron ricos aun cuando los salarios ahí siempre han sido bajos. Ha habido corrupción como con Pemex. Y no nos referimos solo a contratismo y robo hormiga de materiales, venta de plazas y también de protección a usuarios que indebidamente pagan cualquier cosa.

Por otra parte, hay que entender que lo que comenzó en 1995 con un llamado de Andrés López Obrador a la resistencia civil mediante el no pago de energía y servicios públicos, se convirtió en un movimiento en el que se refugiaron además quienes por la situación económica llegaron al punto del: “debo, no niego; pago, no tengo”.

Expresamos nuestro reconocimiento como ciudadanos a Adán, por no haberse doblegado en esta compleja negociación. Sin duda alguna, es una gran bocanada de oxígeno para muchos. Y sí: aprovechemos la oportunidad y cumplamos nosotros.
Twitter: @JochoaVidal

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