No nos confiemos

Juan Ochoa Vidal
Twitter: @JOchoaVidal
Así, con mucho optimismo y sin detenernos ante la frialdad de los datos de la pandemia, la noticia de mayor trascendencia del domingo tendría que ser el anuncio presidencial formulado durante un evento en Huauchinango, Puebla:

“Ya una vez que terminemos de vacunar a finales de este mes, ya vamos a hacer los actos en las plazas públicas. Ya quiero que el día 20 de noviembre, aniversario de la revolución, llenemos de nuevo el Zócalo de la Ciudad de México para estar ahí todos”, dijo Andrés López Obrador.

Empero, la situación pandémica, si bien se observa un marcado descenso en el reporte de enfermos por coronavirus en las semanas recientes e incluso la Secretaría de Salud puso a dos terceras partes del país en semáforo amarillo y el resto en verde, dista mucho de benévola.

En México se han aplicado dosis completas a solo el 35.4 por ciento de la población, según datos de hace una semana. Hay que considerar que en Estados Unidos apenas se llegó a 55 puntos porcentuales. Esto último, no porque allá no exista disponibilidad de vacunas (más de 800 millones) sino porque muchísimas personas no quieran vacunarse.

En Tabasco no se dispone de la información de avance en vacunación; pero preocupa que a partir de este lunes, 42 días después de la primera dosis en Pfizer, la población de entre 18 y 29 años recibirá apenas la segunda. En semanas previas se atendió a miles de rezagados, los que por desconfianza, descuido, enfermedad o cualquier otra razón, no acudieron en su momento al centro de vacunación.

Es cierto que después de Brasil (41 por ciento) México es el país con mayor avance en la vacunación en Latinoamérica. Sin embargo, está plenamente demostrado que la vacunación no basta: entre los ya vacunados continúa habiendo contagios y también decesos. El fármaco es nada más una herramienta muy valiosa, sí, para combatir al coronavirus.

El comportamiento social resulta ser factor fundamental. E incluso personas poseedoras de buen nivel académico, con acceso a información científica veraz, actúan de manera imprudente, como si no estuviéramos en pandemia; como si no hubiesen muerto ya alrededor de un cuarto de millón de individuos en México, de acuerdo a los reportes oficiales, y hasta cuatro o cinco veces más, según expertos.

En conclusión, nos encontramos muy, pero muy lejos de echar campanas al vuelo y de que existan condiciones para regresar a la normalidad de inicios de 2019, aunque la comunidad científica estima que al ritmo actual es probable que para la primavera de 2022 se haya superado la fase de pandemia. Atención: el virus continuará circulando entre nosotros.

Este lunes, en todos los municipios habrá ceremonias en las que rendirán protesta los diecisiete nuevos alcaldes. Muchos han convocado a sus simpatizantes a reunirse para escuchar su mensaje.

Ojalá pudiéramos esperar que se respeten los protocolos de bioseguridad, con el uso correcto de mascarillas adecuadas y con la famosa “sana distancia”. Por lo que se observa en el comportamiento social cotidiano, es probable que no sea así.

No podemos imaginarnos siquiera qué tan preocupado estará el médico Víctor Manuel Narváez Osorio, director del Hospital Juan Graham Casasús, si es que ya tuvo tiempo -entre tantas presiones cotidianas- para observar esto.

Con riguroso apego a las recomendaciones científicas, no deben realizarse concentraciones. Sería demasiado optimista e irresponsable creer que ya superamos la pandemia. Sería maravilloso.

En términos estrictos, a la luz de la información disponible y con la presencia de la variante Delta identificada con mil veces más carga viral que el virus original, nos encontramos en un punto más grave que hace año y medio.

“La guerra solo se habrá ganado -advirtió no hace mucho Angela Merkel- cuando no haya nuevas infecciones. De hecho, solo se ganará realmente cuando estemos debidamente equipados para afrontar la próxima crisis; es decir, cuando hayamos aprendido de esta crisis. Una lección que todos debemos aprender es que deberíamos haber reaccionado antes. Por tanto, tenemos que preguntarnos: ¿cómo podemos hacerlo?”.

El periódico El Economista informó que septiembre se convirtió en el cuarto mes de 2021 con el mayor número de contagios del nuevo coronavirus en México. Se reportaron oficialmente 311,813 contagios, un promedio diario de 10,394 casos. En lo que va de la pandemia, aquí se han contagiado 3 millones 664 mil 223 personas, según la Secretaría de Salud.
Y sí, la tercera ola va en descenso. No obstante, estamos muy lejos de, en palabras de la señora Merkel, “ganar la guerra”. Ello, aunque hay personas que creen que sí. Muchos morirán todavía o sufrirán secuelas.