Macuspana tendrá lo que ya le urge

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
En Macuspana, Julio Ernesto Gutiérrez Bocanegra en definitiva no tiene enfrente a adversario alguno que le haga sombra, por lo que se puede dar como un hecho que el próximo domingo se alzará con el triunfo en la contienda por la presidencia municipal.

Su más cercano competidor -por así decirlo, porque está lejos, muy lejos en su posicionamiento al intentar ser alcalde por tercera ocasión, con igual número de cuentas públicas reprobadas, es José Eduardo Rovirosa, abanderado de un partido de la “chiquillada”.

En realidad éste disputa ese lugar remoto a Cristóbal Alvarez Brown, quien por sexta ocasión busca el cargo, ahora postulado por la alianza PRI-PAN. Hay otros suspirantes muy marginales.

En ese municipio, como en otros, no ha faltado la guerra sucia tendiente a desacreditar al ex subsecretario de Educación y ex coordinador de programas federales. Al carecer de sustento, en vez de hacerle mella lo han fortalecido.

Hace tres años, Gutiérrez Bocanegra, proveniente de una familia con mucho arraigo y buena fama pública, debió haber sido el candidato a la alcaldía. Su partido decidió la nominación de otra persona y Julio Ernesto recibió la encomienda de hacer trabajo político en Huimanguillo.

El municipio, uno de los más grandes del estado y que concentra a cerca de la mitad de los potenciales votantes del primer distrito electoral federal, geográficamente se conforma por cinco zonas: sierra, chilera, chol, chontal y lagunas.

Con una población de poco más de ochenta mil habitantes, su cabecera es la cuarta ciudad más grande e importante del estado, luego de Villahermosa, Cárdenas y Comalcalco, en tanto que San Carlos cuenta a su vez con más pobladores que otras cabeceras municipales del estado.

Desde el inicio de la administración, Petróleos Mexicanos proyectó allí la reactivación de unos 40 campos petroleros, con la idea también de modernizar su Complejo Procesador de Gas y Petroquímica Básica, ubicado en Ciudad Pemex, con un historial en esa materia que se remonta a los hallazgos del sacerdote Manuel Gil y Sáenz en 1860.

Macuspana ha tenido la desfortuna de ser gobernado por muchos sinvergüenzas, incluso un dirigente petrolero que muy al estilo de esos “sindicalistas” llegó a robar en los ochentas a manos llenas.

Cuando asume la primer administración morenista el 5 de octubre de 2018, no funcionaba el fundamental sistema de agua potable, eran inservibles las patrullas policiacas así como los camiones recolectores de basura. “Cuco” dejó las arcas vacías y con muy fuertes adeudos.

Al hacerse cargo de la presidencia -a cinco días de la elección existen razones para afirmar que así será- Julio tendrá que volver a iniciar la reconstrucción del municipio, en muchos aspectos. Por su experiencia en la administración pública, es seguro que sabrá rodearse del equipo de colaboradores que llenen el perfil requerido para el tremendo reto que se tiene enfrente.

Con grado académico precisamente de maestro en administración pública, no solo posee la edad, madurez, vigor físico y mental, así como demostrada lealtad institucional, sino también el oficio político que con frecuencia escasea.

Sobre todo es, como se dice en lenguaje coloquial, de sangre ligera y a lo largo de su trayectoria ha demostrado que sabe cumplir los compromisos que suscribe.

Durante esta breve pero intensa campaña que llega a su fin este miércoles, él mismo ha sido su propio coordinador de campaña, la que ha realizado con austeridad y con actitud de diálogo con la gente.

No es de los políticos que se enojan al escuchar algún reclamo social. Tiene la paciencia y predisposición para escuchar, y razonar con sus interlocutores. Hace algunos años se desempeñó como secretario del ayuntamiento y conoce cada ranchería, cada asentamiento, cada colonia, cada calle.

Identifica a plenitud las carencias existentes y sabe qué hacer para gestionar recursos con los que pueda dar resultados a plazos cortos, que vayan resolviendo los problemas y demandas de la gente de manera perdurable.

No lo ilusiona la idea de llegar a la presidencia para utilizar el cargo como trampolín que luego le permita ser diputado, por ejemplo. Su compromiso es de trienio completo. Al término de su periodo bien podrá retirarse a actividades privadas o incorporarse a otras tareas públicas, mas no se calienta la cabeza con ello.

En lo personal, hemos tenido oportunidad de tratarlo desde hace más de un cuarto de siglo. Por ello nos atrevemos a expresar estas impresiones con respecto a él y lo que tiene qué ofrecer a los macuspanenses.

De acuerdo a la información a la que hemos podido tener acceso, su triunfo está fuera de duda.
Twitter: @JOchoaVidal