¿Voto útil?

Juan Ochoa Vidal
Twitter: @JOchoaVidal
Durante las décadas recientes, desde que el PRI dejó de ser el partido hegemónico y luego del parteaguas histórico de 1988 cuando el Frente Democrático Nacional muy probablemente ganó la elección presidencial con Cuauhtémoc Cárdenas como candidato, el oposicionismo representado en otra época por PAN y PRD ha promovido en cada proceso electoral el “voto útil”.

Ese voto útil sin duda ayudó a Morena en 2018 para llevar a Andrés López Obrador a la Presidencia de la República y ganar mayoría en las cámaras legislativas, así como en muchos estados.
Pero, ¿de qué se trata? ¿Cómo se configura? Al escudriñar en internet encontramos que, rumbo a la jornada cívica del seis de junio y más allá de lo que ya se comienza a promover a lo largo y ancho del país, ahora como alternativa para quienes rechazan al actual partido en el poder, existe un sitio web en donde se dan lineamientos al respecto.

Es, define, el “voto que ante una decisión se emite a favor de una opción que, aun no siendo la preferida, tiene mayores posibilidades de derrotar a otra cuyo triunfo no se desea”. Y esto, como se señala líneas atrás, aplica en cualquier circunstancia, e incluso no solo en contra del partido que ganó la elección anterior sino que puede darse también a su favor.

Con relación a esto último, recordemos que se presentan como lopezobradoristas los candidatos del Partido del Trabajo, Redes Sociales Progresistas, Fuerza por México, entre otras siglas nacionales y regionales.

En el caso específico del proyecto opositor que se comenta hoy, está bajo la responsabilidad directa de Arturo Erdely, doctor en ciencias matemáticas, especializado en probabilidad y estadística, y en actuaría.

En virtud de que resulta interesante el tema y esas dos palabras se estarán escuchando en el transcurso de los siguientes ocho días, obsérvese la meta que se plantea en el sitio web que se denomina, precisamente, Voto Util:

“Estimar, para cada uno de los 300 distritos electorales federales de México, qué opción política de entre PAN, PRI, PRD, MC o la coalición Va por México (PAN-PRI-PRD) tiene mayores posibilidades de ganar la diputación federal por mayoría relativa, frente a la alianza de partidos que actualmente tiene mayoría en la Cámara de Diputados.

“Se realiza un cálculo numérico utilizando la intención de voto agregada para la Cámara de Diputados en 2021 publicado por el Poll of Polls de Oraculus y proyectándola sobre cada uno de los 300 distritos electorales federales mediante la presencia distrital que las distintas opciones políticas mostraron en los cómputos distritales del INE del año 2018 para la Cámara de Diputados.

“Se calcula un promedio ponderado entre lo anterior y la intención de voto estimada y publicada por Massive Caller para cada uno de los 300 distritos electorales federales. Adicionalmente, para el caso particular de los estados de Jalisco y Nuevo León, lo anterior se promedia con la

intención de voto estimada y publicada por GEA–ISA para dichas entidades.

“Las ponderaciones utilizadas son las que resulten de hacer coincidir el cálculo realizado con el número total de curules uninominales proyectadas por Oraculus para PRI, PAN, PRD y MC”, se lee además en el referido sitio de internet.

Enseguida presenta, con actualizaciones frecuentes, un “resumen por cada entidad federativa y distrito electoral federal, indicando qué partido o coalición luce con la mayor posibilidad de triunfo ante el partido en el poder”.

Obviamente, cada ciudadano tiene derecho a decidir lo que quiera e intentar mantenerse a salvo de la manipulación política, de la propaganda que cada partido esgrime en contiendas como esta, porque de eso se trata la democracia y al final esto no es un simple partido de fútbol o béisbol. Está en juego el futuro de nuestro municipio, del estado, del país.

Conforme a la cultura política o decisión que cada individuo adopte, se puede decidir lo que se desee, en los términos establecidos tanto por la Constitución General de la República y la ley reglamentaria en la materia, como en los tratados internacionales sobre derechos fundamentales suscritos por México.

Podemos acertar o equivocarnos. Lo que no se vale, aunque en este país no se sanciona a quien no vota, es incurrir en la irresponsabilidad de abstenerse.

Por nuestra parte, reservándonos las decisiones electorales que son de nuestro exclusivo derecho, solo podemos recordarle a las demás personas -insistimos en ello- que no se vale llorar después. De nada sirve quedarse de brazos cruzados ni concretarse al desahogo en redes sociales o en pláticas con familiares o amigos.