Eric va por Jonuta
Juan Ochoa Vidal
Twitter: @JOchoaVidal
Jonuta, asentado en el agua, sufre por agua. Los malos gobiernos mantienen al municipio más pobre de Tabasco en ancestrales condiciones de marginación. En cada elección se impone el candidato que más dinero reparte, porque existe una mayoría que vive al día y vende su voto aunque quien compra sea ladrón conocido.
Pero a trece días de la jornada cívica 2021, se configuró ya un escenario en el cual tanto la gente como actores políticos de diversas filiaciones suman fuerzas en torno del morenista Eric Garrido Argáez, bajo el interés común de ponerle fin al cacicazgo de Francisco Filigrana Castro, quien ha sido gobernante rico que depreda al pueblo pobre.
Allí, donde el “efecto Amlo” fue derrotado en 2018 por la compra de votantes por parte de “Tito”, se conformó una especie de frente común esta vez fuertemente apuntalado por la decisión ciudadana, lo mismo en la cabecera municipal que en poblados y rancherías, de ponerle fin a las trapacerías de un individuo que ha utilizado a conveniencia las siglas del PRD, PAN, PRI y otra vez PRD, para manejar a Jonuta como si fuese su rancho.
Garrido Argáez, así como la entonces candidata de Morena, no pudieron sobreponerse ante el aparato clientelar de Filigrana hace tres años, porque la oposición estaba dividida.
Ahora las cosas son diferentes, porque en la práctica todos están contra el dictadorzuelo que hace seis años puso en la alcaldía a la esposa, que en 2018 compró votos a cambio de hasta tres mil pesos -“según el pájaro es la pedrada”- y que quiere completar nueve años en el poder, y en 2024 colocar como títere quizá a una hija o de nuevo a la mujer.
Y es que, ¿acaso ha dado buenos resultados de gobierno que demuestren que ejerce del poder para algo más que no sea en beneficio propio?
Nada. Nada hay que acredite cumplimiento de reiterados compromisos de campaña. Jonuta es como el Macondo de Gabriel García Márquez: pueblo (ya no tan) chico, infierno grande.
No hay obra pública que justifique el manejo de multimillonarias partidas presupuestales a lo largo de los pasados seis años, ni en los otros tres cuando Filigrana se desempeñó también como alcalde. Las necesidades continúan siendo las mismas de toda la vida. Urge la construcción de los pozos profundos para abastecimiento de agua, que ha ofrecido Argáez en su intensa campaña ya próxima a llegar a su punto culminante. Faltan escuelas y caminos en condiciones adecuadas. Los jonutecos requieren centros de salud con todo lo necesario.
No han habido acciones tendientes a la generación empleo. Las oportunidades de superación, ya no digamos de sobrevivencia, son nulas. Todo se resume en dos palabras: mal gobierno. Aunque hay que agregarle dos más: corrupto y autoritario.
Filigrana ya inició su campaña para miedo a los ciudadanos libres, los que en esta ocasión expresarán en las urnas su hartazgo. Eric Garrido representa la esperanza de transformación de Jonuta en un polo de desarrollo. Se trata de un municipio que cuenta con vastos recursos naturales así como inteligencia y actitud de superación de su gente.
En la recta final de las campañas, compartamos de voz en voz el mensaje del Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Tabasco, intitulado “Elige Votar”, el cual dice:
Tabasqueño, ¿sabías que tu voto es importante como el de todos los mexicanos para nuestra elección? No olvides que son vecinos quienes reciben tu voto, los cuentan en presencia de observadores electorales y de representantes de partidos políticos.
No te abstengas, ejerce tu voto. Es un derecho y también una obligación cívica como integrante que eres de una sociedad, electora de tus autoridades de gobiernos; a quienes mandatas para administrar el patrimonio de todos, hacen las adecuaciones a la constitución y reforman leyes para un mejor desarrollo social y calidad de vida.
No dejes que otros decidan por ti. Acude a tu casilla para votar por las autoridades de gobierno de tu elección, a las que tu reflexión responda al interés de todos. Antes de prejuzgar y decir un no, recuerda: “Tu participación es nuestro compromiso”.
Hasta ahí, la reflexión del árbitro local de la contienda. Más allá de ese llamado, hay que recordar que, como reza el viejo consejo, después no se vale llorar: hay que romper el supuesto de que abstenerse es preferible por ser pérdida de tiempo acudir a las urnas.
Todos, con el poder de nuestro voto, tenemos la capacidad de educar a los malos políticos y enseñarles que nunca más podrán engañarnos. Quisieran que no votáramos y que solo sigamos quejándonos de ellos. ¡Es hora de darles una lección!
