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¿Voto masivo? Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com ¿Voto útil? ¿Voto masivo? Desde distintos alineamientos políticos hay quienes, a conveniencia propia, promueven una u otra cosa. Prefiero voto razonado, a partir del conocimiento que podamos tener de cada uno de los individuos que busca un cargo de elección y que, a veces, pretenden saltar de uno a […]
5 de mayo de 2021

¿Voto masivo?

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
¿Voto útil? ¿Voto masivo? Desde distintos alineamientos políticos hay quienes, a conveniencia propia, promueven una u otra cosa.

Prefiero voto razonado, a partir del conocimiento que podamos tener de cada uno de los individuos que busca un cargo de elección y que, a veces, pretenden saltar de uno a otro o repetir en el mismo, como son los casos de Jesús Selván, quien se supone que no podría buscar reelegirse como alcalde de Jalpa, y Manuel Rodríguez, que va por otros tres años como diputado federal.

Sí. Voto razonado, máxime que en 2018 los ciudadanos de Jalapa y Macuspana eligieron a alcaldes a personas que por razones jamás transparentadas y sin consecuencia penal y civil, simplemente “renunciaron” al cargo al cual llegaron por el fenómeno “seis de seis”.

En estos dos municipios los funcionarios que los substituyeron no son mejores y tal vez sí peores, en tanto que los que se marcharon están tranquilos, como si nada hubiese sucedido, como si los ciudadanos no merecieran una explicación en vez de chismes, versiones o meros linchamientos sumarios. Si hubo delito, el régimen de instituciones debió proceder en su contra.

Casi se nos olvidan los casos de Comalcalco y Nacajuca, cuyas presidentas hoy con licencia definitiva son ahora candidatas a diputadas federales e incurrieron en eso que hace algunas semanas criticó el “buena-gente” edil de Centro, Evaristo Hernández. Corresponde a sus ex gobernados decidir si su desempeño fue el adecuado: si no se equivocaron con ellas en 2018.

Desde lo que interesa a la democracia, en nuestro estado y país, el voto razonado parte de la premisa de que los votantes puedan identificar con precisión cuál es la trayectoria, cuáles las propuestas y si los individuos que aparecerán en las boletas el seis de junio merecen la confianza.

Reconocemos que con eso de que falta prácticamente un mes para las elecciones y los candidatos más viables confían en que las estructuras clientelares los llevarán al triunfo, porque por esa vía hasta una vaca puede triunfar como en repetidas ocasiones dijo Andrés López Obrador, resulta a decir verdad improbable que el criterio óptimo del voto razonado pueda ejercerse como se debe.

Y es que la gran mayoría de los candidatos, con algunas excepciones quizá, asume que no interesa que sus propuestas y el conocimiento de su perfil llegue a las masas. Sus caminatas por colonias y rancherías se enfoca a la intención de fortalecerse en donde consideran que se encuentra su voto duro: el de quienes creen tener en la bolsa.

El despropósito de no llegar a círculos más amplios tiene como origen la idea de que se registrará un alto abstencionismo.

Por otra parte, hay candidatos que solo simulan hacer campaña, por encomienda o porque de plano se dejan utilizar por los propietarios de “franquicias” a cambio de recibir algún beneficio económico. Son comparsas de carnaval de junio.

El concepto de voto útil es otra cosa: será el último recurso que esgrimirán, dentro de unas dos y tres semanas, quienes se autoconsideren suficientemente competitivos, aunque no tanto, para derrotar a otro adversario al que estimen mejor posicionado, o con ventaja desde la óptica del conocimiento de la clientela electoral comprometida.

Cada ciudadano que sí quiera votar tomará la decisión, si es que así lo desea, de optar no por su preferido o preferida, sino por quien se observe con posibilidades reales de triunfo.

Se trata de una consideración que en el caso de Tabasco puede variar entre un municipio y otro, entre un distrito y otro. En Cunduacán, por ejemplo, a distancia se aprecia que el prospecto que pudiere derrotar al abanderado del partido gobernante, incondicional de la actual presidenta municipal, es el candidato independiente.

Hay municipios como Tenosique, en donde desde nuestra óptica, dicho sea con todo respeto para los ciudadanos de esa demarcación, es tan malo el pinto como el colorado, refiriéndonos claro está a los abanderados de PRI y de MORENA.

Al final, cuando acudamos a las urnas, lo más probable es que no escojamos al o a los mejores, sino lo menos peor. Ir a anular el voto es lo mismo que abstenerse: de nada sirve y nos quita moralmente el derecho de quejarnos más tarde.

Desde luego que hay municipios y distritos en los que si nos correspondiera votar lo haríamos sin titubeos a favor de personas que conocemos muy bien y que se sabe que son decentes y cumplidores. Nada más que un servidor vive en Centro y, dicho sea con toda franqueza, no vemos a quién irle. No sabemos qué es lo menos malo.

Por lo pronto, no hace mucho que iniciaron las campañas y ya comenzó la cuenta regresiva.
Twitter: @JOchoaVidal

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