Cuentas alegres, en su apogeo

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Un día, un ex gobernador nos preguntó: ¿Tú les crees a las encuestas? ¿Te han encuestado? La respuesta fue, es: no. En plenas campañas ya, de inmediato comenzó la inserción -esa es la palabra- de encuestas. Y en ese contexto, el candidato más controvertido, bueno o malo por su pasado, por lo que representa o no, indudablemente es Andrés Granier Melo.

“Al concluir mi mandato como gobernador, se orquestó contra mí y toda mi familia una campaña de desprestigio que me llevó a la cárcel. Sin embargo, quienes pretendieron destruirme no lo lograron. Una a una demostré ante las autoridades las falsedades. Por supuesto, tuvieron que pasar cinco años, siete meses”, dijo este lunes el ahora candidato común de PRI y PAN a la presidencia municipal de Centro.

“Predominó la ley. Y la justicia confirmó su sentencia, confirmándolo porque siempre sostuve mi total y absoluta inocencia”, añadió aunque sin referirse al fuerte quebranto financiero y social con el que finalizó su periodo y que se tradujo en una severa crisis en el sector salud, así como en la falta de pagos a servidores públicos, así como a jubilados y pensionados, y también a proveedores.

Manifestó que conoce a fondo el municipio que busca gobernar como presidente por segunda ocasión, en lo que constituye un hecho inédito al menos en Tabasco mas quizá en todo el continente, por el antecedente de haber sido antes gobernador. También Manuel Andrade Díaz, abanderado del PRD, comparte esta última situación.

Desde esa perspectiva, resalta otro hecho: existen otros siete contendientes por el mismo cargo, los que se enfrentarán en la arena electoral a dos personas que son más conocidas que ellos. Entre esos dos y los siete hay una abismal diferencia en cuanto a experiencia e identificación de su persona, buena o mala.

Hay, entre los otros siete, quienes nunca han competido por un cargo de elección; entre ellos dos mujeres: Martha Osorio Broca, de Redes Sociales Progresistas, y Yolanda Osuna Huerta, de MORENA.

No vamos en este momento a fijar postura personal, ni tampoco a aventurar escenarios electorales.

Se ignora cuál será la respuesta que cada uno de esos nueve logre entre los electores del municipio que congrega a alrededor de la tercera parte del listado nominal de Tabasco y que concentra, sin lugar a dudas, la mayor irritación social tanto por el impacto de la pandemia, como por la recesión económica preexistente, y la desigualdad social.

“Este día inicio mi campaña en un municipio que hoy padece de mala calidad del agua, recurrentes inundaciones, deficiente prestación de servicios y malas condiciones en su infraestructura urbana”, indicó Granier en conferencia de prensa realizada en el auditorio del PRI, en donde presentó como su vocera a la ex candidata a gobernadora Georgina Trujillo Zentella, la que en los noventas fue la primera alcaldesa de Centro.

Tal como se aprecia el panorama, en la jornada electoral será decisivo el grado de participación ciudadana que se registre. Si es escaso, como pudiere suponerse por lo que ha sido más frecuente en elecciones intermedias -excepto en 2003- y ahora con el agravante de la pandemia, se impondrá, como se dice en lenguaje coloquial, quien pueda mascar más chicle, quien trague más pinole; esto es, quien maneje la mejor estructura.

No aparecerá en las boletas, pero la imagen de Andrés Manuel López Obrador pesará en el ánimo de muchísimos electores. ¿Lo suficiente? ¿Más que suficiente? ¿Insuficiente? No nos atrevemos a sacar conjeturas al respecto, porque nos encontramos desde ahora en condiciones inéditas. ¿Se dará una participación de votantes extraordinaria, que rompa paradigmas? Nadie en su sano juicio y sin apasionamientos puede decirlo, como no sea a manera de buenos o, según se vea, malos deseos.

Las empresas encuestadoras harán su trabajo, que para eso les pagan. La propaganda incidirá hasta cierto punto. Las dirigencias partidistas y candidatos que se sobrevaloran y sacan cuentas alegres, pudieren llevarse sorpresas de infarto.

El partido en el poder requiere ganar alcaldías y diputaciones. Todo va entrelazado. Las redes sociales juegan ya un papel muy importante; pero ningún medio de comunicación, tradicional o digital alcanza la mayor determinancia.

Más aún, cada demarcación es un infiernito. La gente tiene tomada la medida a los políticos.

A todos los candidatos y a los brigadistas que les acompañan, así como a las personas que platiquen con ellos, hay que recordarles que incluso al utilizar de manera adecuada la mascarilla y hasta estando vacunados, el COVID19 está latente.
Twitter: @JOchoaVidal