El desenlace del show

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Félix Salgado y Raúl Morón serán restituidos por el máximo tribunal en sus candidaturas. Es obvio que esto sucederá, sin demérito del cumplimiento estricto de la ley electoral, por parte del Instituto Nacional Electoral. Existen razones legales y constitucionales para que ello ocurra, sin que implique que “política mata derecho” o cosa que se le parezca.

El INE, por mayoría de votos de sus consejeros, aplicó lo que ordena al respecto la legislación en la materia.

No estaba facultado para torcer lo que dispone el artículo 229 de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales, párrafo tres, en donde se establece que todos los informes de aspirantes que no sean presentados dentro de los tiempos establecidos tienen que ser sancionados con el no registro.

“La única consecuencia legal establecida en ese artículo, es el no registro, la negativa de registro o la cancelación del registro”, precisó en días pasados la consejera del INE, Carla Astrid Humphrey Jordan.

La Constitución no otorga al INE la facultad de control constitucional. No puede interpretar una ley. Después de finalizado el actual proceso electoral, si así lo quisieren, los integrantes de las cámaras legislativas pueden reformar el citado artículo 229 y ampliar el catálogo de sanciones.

Quien sí posee esa facultad es el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, del mismo modo en que puede hacerlo la Suprema Corte de Justicia de la Nación, tratándose de otra materia.

Más aún, en su resolutivo del pasado día 9, al regresarle “la papa caliente” al INE, el TEPJF confirmó que, contra lo que esgrimieron los aspirantes de MORENA y su dirigencia, sí hicieron actos de precampaña y estaban obligados a reportar gastos de campaña, así fuese en cero.

A la letra, lo que dice el comunicado del TEPJF emitido al término de la sesión de la Sala Superior el día nueve:

“Luego de analizar el caso, se determinó que el INE sí valoró los motivos de controversia de Salgado Macedonio, y que Morena no registró a sus precandidatos en el Sistema Nacional de Registro de Precandidatos y Candidatos del INE, además de que los informes entregados por el partido no resultan válidos porque fueron entregados una vez concluido el procedimiento de revisión de informes de precampaña para la gubernatura de Guerrero.

“No obstante, se consideró que la sanción consistente en la pérdida o cancelación de registro de los precandidatos que se establece en los artículos 229, numeral 3, y 456, numeral 1, inciso c) de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales -según una interpretación literal- resulta constitucionalmente desproporcional, pues su aplicación automática restringe el derecho a ser votado”.

Sorprendentemente, añade: “…Por lo que, ante el incumplimiento de su obligación de presentar sus informes de ingresos y egresos, se debieron tomar en consideración las circunstancias concretas de cada caso”.

Esto último es lo medular del tema: de antemano, el TEPJF se pronunció y anticipó lo que, en uso de sus facultades de interpretación dictaminará:

Quedará en firme la multa a MORENA por 6 millones 573 mil 391 pesos por omitir la presentación de los informes de precampaña de sus candidatos, pero hará valer dos criterios preestablecidos tanto en su resolutivo del día nueve como en casos anteriores, con referencia a diversos expedientes: el valor supremo del derecho a votar y ser votado.

Con ello, el TEJPF no estará “corrigiéndole la plana al INE”, como se dirá con fines de propaganda política, sino haciendo su trabajo, en ejercicio de su exclusiva facultad de control constitucional, al tiempo que de manera implícita obligará a las cámaras legislativas a reformar la legislación de 2014.

No deja de resultar lamentable que particularmente Salgado haya actuado como hampón al llegar al extremo de amenazar la integridad física de los consejeros electorales, con la realización de protestas en las cuales mostró un féretro y advirtió que localizaría a los siete servidores públicos en sus domicilios.

Lorenzo Córdova y sus homólogos hicieron su trabajo. No se doblaron. Ahora corresponderá a los magistrados del máximo tribunal hacer la parte que les asigna el marco jurídico vigente. Resulta ser muy lamentable que todo esto haya derivado en ataques personales y públicos en contra de los integrantes de una institución a la cual nadie está facultado para mandar al diablo.

Por lo que se aprecia, es bastante probable que Salgado y Morón ganen las elecciones, tanto por su victimización como porque, finalmente, los pueblos obtienen los gobernantes que, al parecer, merecen.
Twitter: @JOchoaVidal