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Encuestas Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com Este jueves 25 es la fecha límite para que MORENA diga a sus aspirantes a alcaldes quiénes ganaron la encuesta. Un día nos explicó Roberto Madrazo para qué se utilizan en materia electoral las encuestas: sirven, dijo, para identificar las debilidades de la persona que se quiere llevar al triunfo […]
25 de marzo de 2021

Encuestas

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Este jueves 25 es la fecha límite para que MORENA diga a sus aspirantes a alcaldes quiénes ganaron la encuesta. Un día nos explicó Roberto Madrazo para qué se utilizan en materia electoral las encuestas: sirven, dijo, para identificar las debilidades de la persona que se quiere llevar al triunfo y, a partir de ese punto, diseñar la estrategia a seguir.

La encuesta, indicó, arroja información sobre conocimiento, aceptación y rechazo que tenga el prospecto que a manera de producto -en lenguaje de mercadotecnia- se busca posicionar. De nada sirve presentarle al encuestado un solo nombre. Deben ser tres o cuatro, para establecer contrastes.

Desde la perspectiva del que era gobernador a finales de los noventas, y atajó una y otra vez al obradorismo, quien “gana” la encuesta, no necesariamente es el mejor: no el más conocido, no el que presente menor rechazo. A veces, a la inversa.

En 2006, Manuel Andrade dio la espalda a Florizel Medina y dictó línea a favor de Andrés Granier, porque lo midió más viable en esa coyuntura adversa, cuando la lucha entre Felipe Calderón y Andrés Manuel estaba muy cerrada y prevalecía la incertidumbre con respecto al desenlace de la elección presidencial.

¿Cómo posicionar a un candidato desconocido o mal conocido? Se ha logrado a través de todo tipo de medios, incluso los que prohíbe y castiga la legislación electoral desde la reforma de 2014, siempre y cuando se documenten las situaciones que puedan configurar delitos y se gane el pleito en tribunales.

Un factor muy importante a considerar es la complejidad que tendrá la jornada electoral y la participación ciudadana que se espera.

Esto último puede arrojar sorpresas. Le sucedió a Andrade en 2003, en una elección intermedia que se previó que sería de alto abstencionismo. Resultó ser que al mañoso personaje le fallaron por completo las cuentas: el PRI perdió once de los 17 ayuntamientos y, por primera vez, mayoría en el Congreso del Estado.

En cuanto a las encuestas, las empresas que se dedican a ese giro por lo regular son muy “atentos con el cliente” y le entregan dos paquetes distintos: uno, con la información real; dos, lo que el que paga mostrará a los aspirantes que no resulten “ganadores”, poniendo énfasis en “sus negativos”.

Por otra parte, hay varios tipos de encuestas: las telefónicas, que en realidad para nada sirven, como no sea para engañar a clientes incautos; las callejeras, que dan una aproximación ligera a la verdad; las domiciliarias, que quizá sean mejores que las dos previas, y las mixtas que son las adecuadas.

Para tal efecto, los mercadólogos establecen cuotas de género, de edad, de condición social, de ubicación geográfica con sus antecedentes de preferencias en elecciones anteriores.

Tabasco presenta un largo historial de fracaso en materia de encuestas. Solo en 2018 se cumplió y superó medición, porque un tabasqueño compitió por la Presidencia de la República, había un hartazgo en contra de las autoridades salientes y la expectativa de los tabasqueños se situó en el punto más alto.

En conclusión: a los aspirantes a quienes se les diga que no ganaron la encuesta no les quedará más que aceptar las reglas del juego político que ellos de antemano debieron conocer; o enojarse, pero ya sin la posibilidad de revertir la decisión, bajo el entendido de que nada nuevo hay bajo el sol.

Mucho pesará en esas decisiones el cálculo que ya se tiene csobre la viabilidad de las candidaturas de los adversarios y la reacción que se espera de los electores, a pesar de las variables como son el grado de cumplimiento o incumplimiento de anteriores compromisos de campaña, la alegría o insatisfacción popular y la potencial capacidad de hacer daño que tengan quienes se enojen.

Cada municipio, cada distrito electoral, tiene singularidades. En Paraíso, por ejemplo, en las dos últimas décadas los ciudadanos han aplicado la “ley del vaivén”. No solo ahí.

Hasta donde se percibe, principalmente en Centro debiera haber preocupación por el terrible desempeño de Evaristo Hernández y la candidatura del controvertido Andrés Granier, aunque se sabe que en los altos círculos del partido en el poder se cree tener la fórmula para anularlo.

No se ve que puedan ayudar mucho, vía la fragmentación del voto, Manuel Andrade por el PRD y Feliciano Wong por el PVEM, a diferencia de lo que sucederá en Macuspana, en donde José Eduardo Rovirosa sí dividirá el voto oposicionista en virtud de que es popular a pesar de sus pillerías, sin que se observe que tenga la capacidad de ganar otra vez la alcaldía.
Twitter: @JOchoaVidal

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