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Tabasco, el buen ejemplo Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com Al tiempo que Estados Unidos anuncia que prestará a México 2.5 millones de vacunas de AstraZeneca que probablemente permitirán avanzar pronto hacia el inicio de la inoculación de personas mayores de 50 años, continuamos sin entender cómo es que Tabasco continúa siendo el único estado en donde […]
19 de marzo de 2021

Tabasco, el buen ejemplo

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Al tiempo que Estados Unidos anuncia que prestará a México 2.5 millones de vacunas de AstraZeneca que probablemente permitirán avanzar pronto hacia el inicio de la inoculación de personas mayores de 50 años, continuamos sin entender cómo es que Tabasco continúa siendo el único estado en donde aplica el biológico a individuos a bordo de vehículos.

Hay que reconocerle sin reserva alguna al gobernador Adán Augusto López Hernández el hecho de que brinda a los tabasqueños de más de 60 años esa opción, que más allá de un acto humanitario constituye una decisión práctica que antes comenzó a hacerse solo en Israel y el vecino país del norte.

De la misma manera merecen ser honrados los eficientes servidores públicos y militares que hacen posible que las vacunas se apliquen ya en varios municipios de Tabasco, con prontitud, sin las enormes colas que muchos pensábamos que habría.

En donde esto último ha sucedido es porque nuestra gente olvida que -citando la vieja expresión- no por madrugar amanece más temprano.

Como se ha informado, luego de finalizar la vacunación a los trabajadores de la salud y a las personas de más de sesenta años, se dará prioridad al magisterio. Y tocará el turno a los cincuentones. El pasado martes platicamos por teléfono con una amiga de Bogotá quien nos platicó que en Colombia apenas están vacunando a las personas de 80 años y más.

Para el gobierno estadounidense, resulta una decisión de seguridad nacional facilitar vacunas a México y a otros países con los que tiene estrecha relación de todo tipo, bajo el entendido de que no basta con que un conglomerado e incluso toda una nación entera quede vacunada, si el virus y sus variantes continúan reproduciéndose.

En cuanto a la vacuna AstraZeneca, este mismo jueves la entidad reguladora de sanidad en la Unión Europea puso punto final a las especulaciones acerca del motivo de deceso de algunas personas mayores luego de recibir ese biológico.

Después de casi dos semanas de investigación, dice un reporte de Forbes, su comité de seguridad (PRAC) no ha podido encontrar evidencias científicas que relacionen como efecto secundario directo los casos de tromboembolismo reportados en algunos países europeos y la vacuna de AstraZeneca, suspendida por varios países como precaución al constatarse varios episodios de trombosis en personas que la habían recibido.

La falta de evidencias -agrega el despacho- ha llevado al PRAC a concluir que “los beneficios de la vacuna a la hora de combatir la amenaza aún generalizada del Covid-19 (que en sí misma provoca problemas de coagulación y puede ser mortal) continúan superando el riesgo de efectos secundarios”, y dio luz verde a los países que la habían suspendido a seguir inmunizando con ella a sus ciudadanos.

En Tabasco se inició la vacunación hace ya algunas semanas en Cunduacán con AstraZeneca, sin que se conozca caso alguno de reacción grave. Debemos recordar que con cualquier vacuna, las de ahora y las de hace décadas, en ocasiones sí se da una reacción leve, como dolor en el brazo, algo de fiebre, sensación de cansancio, síntomas de resfriado o dolor de cabeza. Sin embargo, la mayoría de los vacunados nada de eso siente, como no sea el piquete.

A quienes ya se vacunaron y a quienes todavía no lo hacen, debe quedarles claro que un cierto grado significativo de inmunidad lo tendrán solo cuando hayan transcurrido unos 14 días luego de la segunda dosis. Esto es: a mí, por mi apellido, me toca vacunarme este viernes y no por eso ya estoy protegido. Ojalá funcionara tan rápido.

Más aún, después de haber pasado por las dos dosis y las dos semanas siguientes, de cualquier modo estaremos en riesgo de contagio y enfermedad. La vacuna ayudará para que en caso de enfermarse ello suceda de manera leve. No obstante, esos vacunados y contagiados podrán contagiar a otras personas. Nos protegerá, esencialmente, la mascarilla.

Resulta urgente que la población esté consciente del altísimo riesgo que existe de un repunte de la pandemia durante los días próximos, que puede ser igual o mucho peor que el que ocurrió entre noviembre e inicios de enero, producto de la irresponsabilidad e ignorancia.

Entiéndase: la pandemia no será sofocada antes de 2022. Falta muchísimo por recorrer. Es probable, más bien seguro, que quienes ahora están siendo vacunados tengan que volver a ser inoculados dentro de un año o un poco más. No existe modo de saberlo con precisión. Tendremos que hacernos pruebas quizá hacia finales de 2021, para saber cómo andamos de inmunidad.
Twitter: @JOchoaVidal

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