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Suspirantes a la boca del lobo Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com Todos aquellos que ahora mismo andan buscando ser candidatos a presidencias municipales en Tabasco, están a tiempo de informarse del tamaño de la problemática que enfrentarán si logran la oportunidad. Entre los muchos retos que en el mejor de los casos enfrentarán, además de garantizar […]
3 de marzo de 2021

Suspirantes a la boca del lobo

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Todos aquellos que ahora mismo andan buscando ser candidatos a presidencias municipales en Tabasco, están a tiempo de informarse del tamaño de la problemática que enfrentarán si logran la oportunidad.

Entre los muchos retos que en el mejor de los casos enfrentarán, además de garantizar la cobertura de servicios básicos y la realización de obras apremiantes, se encuentran los pagos de laudos laborales, así como de adeudos con la CFE y proveedores diversos.

Al primero de esos tres temas se refirió hace unos días el secretario de Gobierno, José Antonio de la Vega Asmitia, quien consideró que es difícil que las actuales administraciones municipales, cuyo periodo finalizará dentro de solo seis meses, puedan pagar los laudos laborales de trienios anteriores.

Hace una semana, ex trabajadores estatales y municipales hicieron una protesta en la explanada del Palacio de Gobierno, para plantear su exigencia de que se les pague conforme a mandatos judiciales que ganaron incluso en años anteriores.

Recordemos que Bernardo Barrada fue destituido por la Suprema Corte de Justicia de la Nación del cargo de presidente de Paraíso, en virtud de que de manera reiterada se le demandó pagar y se quedó con el clásico: “debo no niego, pago no tengo”. Esgrimió que no eran adeudos de su administración sino de anteriores, sin que el perredista entendiera en donde estaba parado, o mejor dicho sentado.

Durante el actual trienio, hay alcaldes que han llegado a acuerdos con trabajadores despedidos que ganaron pleitos en tribunales, para pagarles por partes. Ahí la llevan varios. Hubo un momento previo en el cual varios ayuntamientos solicitaron al Congreso del Estado autorización para contratar deuda, para poder cubrir esos compromisos. La respuesta fue negativa, porque se violaría el marco jurídico.

El secretario de Gobierno observó que los laudos laborales tienen como origen una mala práctica de parte de quienes al encontrarse como ediles consideraron fácil poner fin a la relación laboral, sin contemplar las obligaciones previstas por la legislación respectiva.

Con frecuencia, el fondo del problema ha sido que no solo no se cumplen las formas legales -indemnización con acuerdo debidamente protocolizado- sino que se rompió la vieja costumbre de que quienes ocupaban un cargo de confianza o con carácter eventual, renunciaban al término del trienio, aunque también ha sido porque trabajadores antiguos que realizaban tareas esenciales fueron desplazados a la mala para colocar en su lugar a quienes anduvieron en campaña con el funcionario entrante.

Hemos conocido situaciones aberrantes: en Paraíso, por ejemplo, en 2007 el ex director de Seguridad Pública Municipal demandó a la administración entrante. No lo hizo porque quisiera quedarse en ese cargo de extrema confianza y alto nivel local, sino con el mero afán de obtener ganancia. Tan simple como que un funcionario honorable se marcha siempre junto con quien era su jefe.

“Cada vez que sale un ayuntamiento corren a demandarlo”, comentó De la Vega. “Anteriormente, esos laudos se acumulaban en salarios caídos de seis a siete años, y aumentaba la sentencia y el monto”.

Señaló que por ese concepto los ayuntamientos vienen arrastrando adeudos de entre 60 y 70 millones de pesos, que son montos difíciles de pagar en tres años, por lo que la administración entrante acumula adeudos.

Por cierto que para los litigantes que se dedican a asuntos laborales se trata de un buen negocio: ellos se quedan hasta con el 60 por ciento de lo que obtiene su cliente.

“Es un tema complejo”, indicó De la Vega, con amplia experiencia en la administración pública federal y estatal, y en ese tema en específico también en el ámbito local porque como presidente de la Junta de Coordinación Política durante el anterior trienio le tocó ver la manera de ayudar a los presidentes.

Refirió que hay ayuntamientos que solicitan ampliación de presupuesto para pagar los laudos, pero no es factible: no lo permite la ley y no hay recursos.

Por otra parte, quienes asuman como presidentes municipales el 5 de octubre próximo, deberán lidiar con fuertes adeudos con CFE, la empresa que dice ser de clase mundial y que aplica la “ley de herodes” lo mismo a consumidores domésticos, que a empresas y, también, a instituciones.

Entre los alcaldes que van de salida, hay contados casos de muy buena gestión y labor conciliatoria. Los suspirantes de hoy, ¿saben a dónde quieren meterse? O será que piensan que solo van a disfrutar las mieles del poder.
Twitter: @JOchoaVidal

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