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El factor Granier Juan Ochoa Vidal Twitter: @JOchoaVidal Es la hora en que los partidos políticos en Tabasco procuran diferir la toma de decisiones rumbo a las elecciones del 6 de junio. Será de alto impacto si Andrés Granier se inscribe para abanderar al PRI en la contienda por Centro. No ha dicho no. Los […]
25 de enero de 2021

El factor Granier

Juan Ochoa Vidal
Twitter: @JOchoaVidal
Es la hora en que los partidos políticos en Tabasco procuran diferir la toma de decisiones rumbo a las elecciones del 6 de junio. Será de alto impacto si Andrés Granier se inscribe para abanderar al PRI en la contienda por Centro. No ha dicho no. Los priistas a nadie más tienen. La cúpula de MORENA debiera identificar muy bien el probable escenario si ello se confirma.

Contra lo que los apasionados pudieren pensar, el tricolor no está muerto y enterrado. Para el partido en el poder resulta ser altamente estratégico, además del simbolismo que ello conlleva, confirmar la hegemonía que alcanzó en 2018 o, al menos, retener el control del Congreso del Estado y el mayor número de ayuntamientos.

Antes que nada, le son de la más alta relevancia Centro, Macuspana, Paraíso, Huimanguillo, Cárdenas, Comalcalco y Nacajuca, aunque también Balancán y Tenosique. No puede darse el lujo de equivocarse en la selección de candidatos e imponer a favoritos, ni arriesgarse a sufrir fracturas, ni apostar a que logrará sus objetivos basándose solo en los programas sociales.

Más aún, el retraso en el lanzamiento de su convocatoria para nominar candidatos a presidencias municipales y diputados locales se explica en buena medida porque está a la espera de eventuales defecciones de priistas y está previendo que quienes se enojen por los desenlaces del proceso interno no tengan la opción de regresar o pasarse al PRI o al PRD.

Desde la óptica opositora, en términos legales se descartaron las coaliciones de esos dos últimos partidos, mas continúa abierta la vía de las candidaturas comunes o de facto. Más aún, si no va Granier por Centro, el también ex gobernador Manuel Andrade podría ser así el abanderado de tres partidos.

Con todo el rechazo que puedan generar Granier y/o Andrade, la apuesta opositora estaría fincada en el hecho de que ambos son muy conocidos y pudieren convertirse en catalizadores de la irritación social que empeorará en la medida en que se agrave la situación sanitaria y económica en los meses inmediatos, máxime que el otro proceso, el de la vacunación, entró en crisis al punto de que Italia amenazó a AstraZeneca porque al igual que Pfizer no cumplirá el calendario pactado.

Mientras tanto, los expertos económicos pronostican una profundización de la miseria, de quiebra de empresas, de desempleo, de ausencia de oportunidades de sobrevivencia y, francamente, de hambruna e inestabilidad social.

En nuestro país, en el mejor de los casos se habla de que habrá un crecimiento de 5 por ciento este año, cuando que en realidad eso no resarce el colapso de los últimos doce meses que alcanzó casi 9 puntos porcentuales. La situación mundial -no solo nacional y local- tiende a empeorar en 2021.

Por todo ello, a cada paso lo único seguro es que nada seguro hay en lo que respecta a los desenlaces electorales de 2021 en nuestro país, por más que haya quienes insistan en echar anticipadamente campanas al vuelo, al viejo estilo priista.

¿Refrendará y hasta incrementará MORENA su control sobre las cámaras legislativas federales y locales, así como en gubernaturas y ayuntamientos? No hay manera de saberlo. ¿Tienen PRI, PRD y otros partidos condiciones a su favor para recuperar espacios? Tampoco se sabe… aún.

¿Acudirá muchísima gente a votar, o se cumplirá la costumbre de escasa participación, sobre todo por miedo a la pandemia? Se carece de precedentes. De uno y otro lado es muy fácil hacer cuentas alegres. A quienes conducen los procesos internos de sus partidos más les vale mantener los pies en la tierra y ser muy receptivos al análisis de coyuntura.

Por otra parte, quienes vayan a -más bien, pretendan- tomar posesión en los ayuntamientos el 5 de octubre, les conviene estar plenamente informados acerca de la gravedad de esta tremenda crisis en los más diversos rubros que va para largo: el próximo será un trienio de precariedad en el gasto público y, en el mejor de los casos, de muy lenta recuperación económica para la población en general, aun después de dejar atrás un 2021 quizá más complicado que el 2020.

Al final, saldremos adelante. Tal vez tome años. Habrá quienes no estemos ahí para verlo. Pero nada es para siempre: ni el COVID19, ni los individuos y partidos en el poder. No obstante, más allá de la pandemia, la problemática global continuará empeorando en diversos aspectos, tan solo por la explosión poblacional e incapacidad real de respuestas de los gobiernos.

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