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El corrupto Félix Salgado Juan Ochoa Vidal Twitter: @JOchoaVidal Ningún partido es malo; quienes se corrompen o de antemano son corruptos, ególatras, autoritarios y carentes de moral, ya no digamos profesionalismo y capacidad, son con mucha frecuencia sus cuadros: aquellos a los que erróneamente se les brinda la oportunidad de acceder a un cargo de […]
5 de enero de 2021

El corrupto Félix Salgado

Juan Ochoa Vidal
Twitter: @JOchoaVidal
Ningún partido es malo; quienes se corrompen o de antemano son corruptos, ególatras, autoritarios y carentes de moral, ya no digamos profesionalismo y capacidad, son con mucha frecuencia sus cuadros: aquellos a los que erróneamente se les brinda la oportunidad de acceder a un cargo de elección popular.

Hoy compartimos con el lector una experiencia personal con Félix Salgado Macedonio que, a nuestro juicio, dice todo.

“En Guerrero la gente escogió a @FelixSalMac por su larga lucha a favor de la democracia en México. Es un hombre consciente de las condiciones de pobreza y marginación que aquejan a su estado. En 2021 llevará esperanza y bienestar, en alianza con las y los guerrerenses”, tuiteó el presidente de MORENA, Mario Delgado, el 30 de diciembre.

A Salgado lo conocí en 1988, durante el conflicto postelectoral, en una gira de Cuauhtémoc Cárdenas. En el recorrido por varios pueblos se subió a la camioneta que trasladaba a los reporteros una muchacha. Nos dijo que era sobrina de él, uno de los líderes locales del Frente Democrático Nacional.

Ya había anochecido cuando llegamos al parque principal de Acapulco. Para sorpresa mía y de mis colegas, de regreso al vehículo encontramos a Félix Salgado en pleno faje ¡con la sobrina! Acomodados en la tercera fila del vehículo, no les importó nuestra presencia. Continuaron en lo suyo. El flamante líder apestaba a alcohol. Al llegar al hotel, no supe más.

Al día siguiente continuamos la gira por la Costa Grande. En Coyuca de Benítez, parado en la tarima estaba Salgado. De pronto, a pocos metros, comenzó el pleito y garrotiza: eran seguidores suyos dándose duro con un grupo antagónico. El mitin continuó como si nada sucediera, en una escena un tanto surrealista.

El tipo de lo más vulgar, carente de todo sentido de decoro, ya no digamos moral, hizo carrera política. Ha sido diputado federal, senador, propietario de la franquicia del diario La Jornada en ese estado entre 2009 y 2017 y, entre otras cosas, tres veces candidato a la gubernatura de Guerrero.

El 28 de diciembre de 2016 la Unidad de Investigación Especializada en delitos Sexuales y Violencia Intrafamiliar de Guerrero abrió una investigación en contra suya, al ser acusado de violación agravada. La víctima fue trabajadora del periódico. Denunció que en 2014 abusó de ella al tiempo que la amenazó con despedirla, lo que posteriormente hizo.

El 2 de enero de 2017, al ver que no prosperó la demanda, la mujer ratificó la denuncia respaldada por fotografías de moretones y estudios médicos que confirmaron el contagio de una enfermedad venérea.

Una publicación reciente de la revista Proceso recoge una expresión del muy sincero personaje:

“Yo tengo más negativos que positivos. Yo sé que no estoy compitiendo para cardenal, ni tampoco soy santo. Cuando me dicen: ¡Oye! ¡Hay que fortalecer aquí porque andas bajo…! La fama es mala, muy mala: mujeriego, parrandero, jugador, borracho. Todos los vicios de Gabino Barrera y de Simón Blanco me los juntaron. Yo soy así. Soy incorregible. Soy impredecible. ¡Todo lo que digan de mí es cierto!”

Ese es el abanderado de MORENA para la gubernatura de Guerrero. Ganó la encuesta. No importa si no encaja en la Cartilla Moral. Habrá quien diga: ha habido peores del PRI y otros partidos.

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