Escenarios
El infierno Juan Ochoa Vidal En condiciones de alto riesgo sanitario aún, el seis de junio habrá elecciones y por lo pronto los partidos ya están a las prisas. El gobernante MORENA lanzará este mes las convocatorias correspondientes -la federal ya se tiene- y en febrero decidirá candidaturas apoyándose en encuestas. Como el “hueso” tiene […]
4 de enero de 2021

El infierno

Juan Ochoa Vidal
En condiciones de alto riesgo sanitario aún, el seis de junio habrá elecciones y por lo pronto los partidos ya están a las prisas. El gobernante MORENA lanzará este mes las convocatorias correspondientes -la federal ya se tiene- y en febrero decidirá candidaturas apoyándose en encuestas.

Como el “hueso” tiene “carnita”, estará por verse si se producen entre morenistas fracturas o heridas “que tarden más de quince días en sanar”; pero quizá tendrá a su favor una probablemente escasa participación ciudadana en las urnas y, con ello, capacidad de maniobra, aunque es también probable que sufra voto de castigo y pierda varios espacios.

Obsérvese que luego del saqueo y desastre financiero que dejaron los anteriores gobernantes encabezados por Arturo Núñez -quienes se cochinean en la impunidad- las autoridades en funciones enfrentaron un 2019 de aguda austeridad, un 2020 peor todavía por la pandemia y, así, no se cumplió la muy alta expectativa ciudadana.

No será fácil para el partido gobernante, aunque el oposicionismo continúa desorganizado, en términos generales carente de liderazgos, sin dinero para operar a la antigua, apenas con la esperanza de beneficiarse con el eventual voto proveniente del enojo social y dividido en dos frentes que a su vez dividirán a los votantes: la alianza PRI-PAN y el PRD.

El PVEM trae acuerdos cupulares. De antemano se proyecta para quedarse con Emiliano Zapata el cacique Armín Marín, en tanto que otro saqueador, Francisco Filigrana, cree que podrá ser de nuevo candidato y retener Jonuta bajo las siglas del PRD.

En el caso de la alianza Va x México (PRI y PAN) se definió que Acción Nacional pondrá a los abanderados para las diputaciones locales de Cárdenas (distrito 2), Nacajuca (19), Macuspana (18), Cunduacán (14), y el 7 de Centro. Asimismo, el blanquiazul nominará para las alcaldías de Nacajuca y Zapata.

En todos los casos -MORENA también cederá espacios a sus aliados de PT y PVEM- los partidos sufrirán sacudidas e incluso cismas a su interior, en virtud de que los acuerdos para ceder espacios suscitarán el enojo de los aspirantes que queden tirados en el camino.

Por lo que respecta al partido en el poder, no olvidemos cómo en la elección intermedia de 2003 el entonces gobernador Manuel Andrade, durante la reunión de evaluación semanal de campañas en la Quinta Grijalva dijo a todos sus candidatos el sábado anterior a la jornada cívica que tenía “todo bien amarrado y aceitado”.

En la mañana del domingo, Andrade grabó el mensaje triunfal que a las ocho de la noche fue transmitido por Televisión Tabasqueña: “El que ganó ganó y el que perdió perdió…”

Desde poco después del mediodía el habilidoso personaje (por no decir otra palabra) supo que su mundo se desmoronaba, pese a que tenía comprado al presidente estatal del PRD, Auldárico Hernández, y bajo su control los órganos electorales. En la desesperación a todos se les olvidó cancelar la transmisión del mensaje triunfalista.

Minutos después de las ocho de la noche comenzaron a fluir los resultados del Programa de Resultados Preliminares que durante el transcurso de las horas dejaron ver la debacle: el partido en el poder había perdido once de los diecisiete ayuntamientos y la mayoría en el Congreso local.

Se trató también de una elección intermedia, pero muchos ciudadanos decidieron votar y, como se dice en lenguaje coloquial, le voltearon la tortilla a Manuelito.

En la coyuntura actual, nadie serio puede asegurar cuál será el desenlace electoral del seis de junio de 2021, con tantas variables en juego, si bien se supone que están dadas las condiciones para que se dé muy pobre participación en las urnas y que los programas sociales del gobierno federal serán factor de peso.

A diferencia de 2018 y elecciones anteriores, no será posible que los candidatos hagan campañas intensas. Ya inició la vacunación, pero tomará mucho tiempo antes de que se alcance la cobertura adecuada y de cualquier modo persistirá el riesgo de contagios. Ahora mismo algunos de los aspirantes a cargos de elección personalmente atraviesan por la etapa más difícil del COVID19.

¿Quiénes competirán por Centro? Tan solo ese municipio podrá convertirse en un infierno electoral.

Compartir: