Focos rojos todo 2021

Juan Ochoa Vidal
Twitter: @JOchoaVidal
El gobierno estatal anunció medidas de restricción de movilidad que no implican la paralización de la economía. Se trata, finalmente, de un recordatorio de que vivimos una frágil situación y que tenemos por delante un 2021 que no será menos complicado que el año que termina. En nuestras manos está, como colectividad, en lo individual, salir adelante.

Todos los días se puede observar que por parte de gran parte de muchos continúa el desorden, incluso después de bastante más de cien mil muertos registrados oficialmente -el dato real podría ser el triple- y también del daño económico y psicológico que todos hemos y continuaremos sufriendo, en una situación que solo se puede atemperar mas no ponerle fin al corto y mediano plazo.

En lo personal, como integrante de este conglomerado social, me congratula el hecho de que no se opte por implantar medidas más radicales, convencido de que la gente tiene o debiera tener suficiente información ya para cuidarse por sí misma. ¿En qué ayudaría implantar un estado de excepción, como se ha hecho en otros países latinoamericanos sin que las cosas mejoren?

Es necesario, sí, aplicar correctivos como el de impedir aglomeraciones. Resulta inconcebible que se junten multitudes en el centro de la ciudad, en Altabrisa, en fiestas familiares a pesar de que eso ha estado prohibido desde marzo y se han explicado las razones por las que no se pueden hacer.

Esperemos que la reanudación de pagos en Centro por parte de la Secretaría del Bienestar federal se haga con inteligencia para que no se repita lo del pasado domingo, porque además no es posible que por la desesperación de obtener muy buenos diez mil pesos el proceso se realice de manera inhumana y contradictoria.

Urge que se “bombardee” a la población con mensajes claros, precisos, que conlleven información que alerte de forma constante, a fin de levantar consciencia acerca de los riesgos sanitarios. Tenemos que espantarnos. Nada de que ya estamos mejor, cuando que en realidad las proyecciones indican que el número de muertos y sobrevivientes del COVID19 con secuelas permanentes pudiere duplicarse y más.

No nos sintamos aliviados ante datos de aparente abatimiento de casos, como sucedió en las semanas previas al repunte de casos que tenemos en Tabasco. Por ahora todo tiende a empeorar. Hay que verlo con claridad y, con base en la información para cuidarnos que ya tenemos, cuidarnos, cuidarnos bien, sin simulaciones como la de la mascarilla mal usada. Tenemos la mala costumbre de caer una y otra vez en la simulación.

El tema de las vacunas solo puede generar entusiasmo desde la óptica de que pudieron lograrse; pero falta muchísimo tiempo antes de que podamos tener acceso a una. Ojalá el gobierno recapacite y autorice que el sector privado las obtenga y ponga a disposición de quienes puedan pagarlas.

Sería muy lamentable y contraproducente ver, dentro de tres o cuatro meses, el inicio de la vacunación con largas, peligrosas e inhumanas colas como las de la cobranza del bendito apoyo de los diez mil pesos.

Por otra parte, las únicas 250 mil dosis de Pfizer para 125 mil personas que ya están confirmadas, apenas servirán para proteger a los trabajadores de la salud que prestan su servicio en instituciones oficiales. Las 35 millones comprometidas por esa empresa para México, en beneficio de de diecisiete millones y medio de individuos, llegarán poco a poco.

En total, el gobierno pudo garantizar hasta el momento solo 159.9 millones de dosis que en su gran mayoría son de AstraZeneca, y otras provenientes de China y Rusia. Con la cifra total, cuando al fin se autorice su uso, se podrá vacunar a cerca de 80 millones de personas, en un país de 130 millones de habitantes. Y eso ocurrirá en el transcurso de 2021 y 2022.

Desde luego que en Tabasco no habrá ferias, ni festejos de Semana Santa, ni eventos masivos en todo 2021. Pudiere ser que en algún momento nos pongan en semáforo verde, sin que eso signifique que ya pasó el peligro.

Las autoridades como nunca requieren revisar y profesionalizar la comunicación institucional. Es uno de los aspectos que fallaron en el tema de los diez mil pesos.