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“En el campo, nuestra fortaleza” Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com Tabasco rico en recursos, pueblo pobre. ¿Por qué? ¿Y qué se puede esperar para los años inmediatos? Analicemos el caso de Huimanguillo, en donde hace tres días se instaló el Consejo Municipal de Desarrollo Sustentable, que involucra a los tres niveles de gobierno, representantes de productores, […]
15 de abril de 2019

“En el campo, nuestra fortaleza”

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
Tabasco rico en recursos, pueblo pobre. ¿Por qué? ¿Y qué se puede esperar para los años inmediatos? Analicemos el caso de Huimanguillo, en donde hace tres días se instaló el Consejo Municipal de Desarrollo Sustentable, que involucra a los tres niveles de gobierno, representantes de productores, instituciones de educación superior y, en general, a la sociedad civil.

La mayor parte de sus 375 mil 759 hectáreas se encuentran desperdiciadas desde hace muchas décadas.

Hoy es uno de los municipios en donde ya se trabaja para la reactivación petrolera -tenía cerca de 300 pozos en explotación- pero eso no basta: no por ello deberá repetirse el error de abandonar la vocación agropecuaria de sus tierras, las que según el INEGI se destinan en 12% a la agricultura, 64% a la ganadería extensiva y sin que se le saque todo el provecho posible, y el 5% a la actividad forestal.

Durante la referida ceremonia, el alcalde José del Carmen Torruco Jiménez puntualizó que la fortaleza del municipio está en el campo, y habló del abandono de este sector, así como de la crisis que es responsabilidad de anteriores administraciones en los tres niveles de gobierno. Por ejemplo, ¿cuánto dinero destinado al Plan Chontalpa desde mediados del siglo pasado terminó en manos corruptas?

“Vamos a poner el empeño necesario para ser un gestor permanente ante las instancias estatal y federal y buscar para Huimanguillo los recursos que nos puedan ayudar en el campo”, comprometió el edil.

La cuestión, desde nuestra óptica, es que los ganaderos, por ejemplo, necesitan convencerse de que requieren asumir el concepto de ganadería intensiva; los productores de cítricos y otros alimentos tienen que recordar que de nada sirve sembrar algo si no se garantiza formar parte de una cadena productiva que asegure la comercialización.

Huimanguillo bien podría ser casi autosuficiente en todo, tanto por su gran extensión territorial y la calidad de sus suelos, como por la determinación y capacidad de su gente, la que no deberá volver a incurrir en el error de esperar a que papá-gobierno obsequie una despensa y que Pemex pague indemnización y dé empleo, porque eso es precisamente lo que se ha hecho desde el boom petrolero de los años setentas.

Entendemos, por ello, el porqué de la conformación del citado consejo municipal mediante representantes diversos. Y queremos pensar que los habitantes de Huimanguillo ya entendieron que no basta con tener un Presidente de la República de origen tabasqueño, sino que a cada uno de nosotros nos corresponde una tarea por cumplir.

Este evento, como otros que se han venido realizando en los demás municipios, no debe obedecer a la intención de simular que se camina y quedarse a la espera de que las soluciones, personales y colectivas, caigan del cielo.

Como bien señaló Luis Roberto González Pérez, director de Desarrollo Municipal, es necesario regresar a nuestras raíces y hacer producir las parcelas.

“Es un gran reto, pero es tiempo de mirar de nuevo al campo y hacer florecer al gigante de Tabasco; juntos de la mano del Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, del gobernador Adán Augusto López Hernández y el presidente José del Carmen Torruco Jiménez”, añadió.

De los poco más de 200 mil habitantes de Huimanguillo, solo alrededor de 15 por ciento vive en la cabecera municipal.

Hay mucha tierra improductiva y gente que no tiene acceso a un nivel aceptable de subsistencia. Se sabe que en meses recientes, tanto en Huimanguillo como en otros municipios, infinidad de personas han buscado ser colocados como trabajadores del ayuntamiento, aunque de antemano se sabe que la nómina ha estado saturada desde hace mucho tiempo, y como si no existiesen opciones.

Estamos seguros de que vienen mejores tiempos para Huimanguillo. No obstante, ello no se dará de manera milagrosa: el cambio, tanto allí como en otras partes, será gradual pero a paso firme. Los gobiernos municipal, estatal y federal deberán dar las condiciones; la tarea de salir adelante aprovechando las nuevas oportunidades, corresponde a cada individuo.

Más vale que nos caiga el veinte.
Twitter: @JOchoaVidal

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