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Dan la cara Juan Ochoa Vidal La difícil situación presupuestal desde octubre de 2018, el fuerte apretón de austeridad en 2019 y 2020, la pandemia y adicionalmente la catástrofe por las inundaciones, han permitido a los ciudadanos comprobar quiénes, qué autoridades, estaban capacitados para gobernar y han actuado con actitud de compromiso, sentido común y […]
30 de noviembre de 2020

Dan la cara

Juan Ochoa Vidal
La difícil situación presupuestal desde octubre de 2018, el fuerte apretón de austeridad en 2019 y 2020, la pandemia y adicionalmente la catástrofe por las inundaciones, han permitido a los ciudadanos comprobar quiénes, qué autoridades, estaban capacitados para gobernar y han actuado con actitud de compromiso, sentido común y sensibilidad social.

Se observa que se han puesto a la altura de las circunstancias dos alcaldes: Carmito Torruco Jiménez, de Huimanguillo, y Saúl Plancarte Torres. Ambos son hombres maduros que ya antes gobernaron bien. Ahora han salido a auxiliar, a asistir, a conducir a la población, sobre todo en este año que casi termina, sin distraerse ante el habitual golpeteo interesado.
Han saneado las finanzas públicas, realizan obras y cumplen compromisos con las comunidades, así como con los habitantes de las áreas urbanas, a pesar de la estrechez de recursos. En la lucha contra el COVID19 aplican desde un inicio las medidas sanitarias pertinentes. Hoy entregan ayuda a los damnificados, con todos los recursos a su alcance. Sin miedo a escuchar inquietudes y aun con el riesgo de cualquier eventualidad, dan la cara.

Así, por ejemplo, el viernes acudió Torruco a la ranchería Libertad sección Kalimán, cuyos lugareños bloquearon el camino en demanda de que se les resolvieran problemas antiguos y otros que surgieron con la inundación.

El alcalde platicó de manera respetuosa con los habitantes de ese sector y comunidades aledañas, quienes desbloquearon la vía luego de escuchar el compromiso de que el ayuntamiento invertirá 500 mil pesos en obras de entubación para desalojar el agua hacia los afluentes que rodean el lugar, como el río San Martin.

Estaban enojados. ¿Cómo los convenció? Entre otras cosas, porque les mostró la documentación que indica que esta comunidad también será beneficiada para la rehabilitación de su carretera.

“Como lo hemos dicho reiteradamente, nosotros estamos dando soluciones y muestra de ello es que inmediatamente que me solicitan en alguna comunidad he acudido a resolver a través de diálogos y acuerdos”, dijo.

“Este gobierno se ha caracterizado por entablar diálogos y dar soluciones prontas; desde el principio de la administración, dijimos que se dejaría al menos una obra para cada comunidad y estamos logrando en algunos casos hasta dos”, precisó.

En los próximos días se conocerá un informe detallado de obras realizadas en Huimanguillo, pese a la pandemia, las inundaciones y las restricciones presupuestales.

Igualmente, Saúl Plancarte ha estado al frente de la atención de los problemas y demandas sociales. El y su homólogo de Huimanguillo han sido, por cierto, muy activos promotores del uso de mascarillas y demás medidas de prevención recomendadas por el Consejo Nacional de Salubridad y la Organización Mundial de la Salud.

En Balancán, este año le llovió sobre mojado: primero el coronavirus y ya desde finales de mayo comenzó a llover como nunca en décadas, hasta llegar a este momento, cuando el nivel del río Usumacinta baja gradualmente, aunque con la amenaza que se cierne por el norte más reciente, el cual según el pronóstico meteorológico bañará a gran parte del territorio estatal y también a Chiapas y Guatemala -en donde nacen los ríos Usumacinta y San Pedro- este lunes y martes.

En ese municipio fronterizo tan afectado como los demás por la corrupción y abandono de gobiernos anteriores, tampoco se detuvo la obra pública, con especial énfasis para la población más pobre.

El DIF estatal bajo la conducción de la señora Dea Estrada de López informó que encomendó al DIF municipal de Balancán la entrega este domingo de cuatro mil 875 kilos de despensa, siete mil 628.40 litros de agua purificada para beber, además de ropa, zapatos, paquete de aseo personal y de limpieza, pañales, leche para niños, medicamentos y artículos de prevención del COVID-19.

Twitter: @JOchoaVidal

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