El escupitajo del edil de Tenosique

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Siempre junior, insensible, insufrible, soberbio, perezoso, ausente del municipio en donde es presidente por segunda ocasión -por obra y gracia de la magia “6de6”, porque la primera hizo lo mismo que ahora- Raúl Gutiérrez Cortés se congratuló de la catástrofe que deja el desbordamiento del Usumacinta, para desgracia de mucha gente y principalmente de la más pobre:
“Qué bueno que Tenosique sufre la inundación, que mucha gente se fue al agua, para que las nuevas generaciones vean hasta dónde puede subir el nivel del río Usumacinta”, escupió este individuo que en su momento fue señalado por el ex alcalde Carlos Alberto Vega -director general del Conalep Tabasco- de participar en un acto de corrupción al venderle a la administración del priista Francisco Abreu un predio sobrevalorado en 20 millones de pesos.

El terreno supuestamente era para hacer viviendas. El Organo Superior de Fiscalización del Estado tiene pendiente el proceso administrativo y judicial para obligar al vendedor y comprador a que rindan cuentas por probable hecho de corrupción, en el marco no solo de lo que señala el marco legal sino también del código de ética de MORENA.

“Pueden decir lo que quieran; que hablen lo que quieran”, dijo con voz retadora el alcalde cuando comunicadores le pidieron que comentara acerca de los alcances de la afectación, en momentos en que la cabecera municipal prácticamente se convirtió en una isla, con la carretera inundada por las fuertes corrientes del Mono Sagrado, como también ya comenzó a pasar en Balancán y sucederá en cuestión de horas, río abajo, en partes de Emiliano Zapata, Jonuta y Centla.

De ese tamaño es el desprecio de Gutiérrez hacia el pueblo bueno que dio su voto, a sabiendas, en la coyuntura electoral de 2018, de que era “tan malo el pinto como el colorado”. En realidad, son lo mismo. La otra, la perredista que perdió, igual. Eso los une: son amigos íntimos, con preferencias y hábitos que comparten: la parranda, la vida alegre, el negocio, el abandono a quienes de nueva cuenta se entusiasmaron con un cambio que no llegó.

Abreu pasaba la mayor parte de su tiempo en Mérida y Villahermosa. Gutiérrez, en la capital del estado. Desde un inicio encargó la “chamba” al secretario municipal Jorge Suárez, quien a su vez ahora aparece en fotografías a toda hora, mostrándose “humanitario”. Reparte despensas, probablemente mediante recursos públicos, en lo que constituiría varios delitos, porque lo hace ya no como funcionario sino con calidad de aspirante a la candidatura de MORENA para la alcaldía.

Raúl Gustavo Gutiérrez Cortés se presenta como “licenciado”. No pudimos localizar su cédula profesional. Estaría incurriendo en usurpación de profesión, en flagrante violación del artículo quinto constitucional. Con medio siglo de vida, proveniente de una familia acomodada que hizo dinero mediante la ganadería y el comercio, es toda una incógnita qué vio en él primero el PRD y luego MORENA para hacerlo diputado local y dos veces alcalde.

Su primer año de gestión se dedicó a nada que no fuera disfrutar de la vida, igual que en su primer trienio. Revisamos el sitio web del ayuntamiento. Un comunicado acerca de su primer informe, sin datos, demagógicamente dice:
“El primer regidor rinde cuentas de los recursos, proyectos, programas, avances y tareas que se han realizado durante su administración, haciendo énfasis en el alcance obtenido en materia de seguridad pública, en seguridad vial, transformando además la imagen del municipio de manera funcional a través de la rehabilitación y pavimentación de calles y avenidas, en donde además, a través de su gestión a nivel estatal y federal, se han logrado grandes beneficios para las familias tenosiquenses con la instalación de líneas de drenajes y agua potable en varias colonias de la cabecera municipal (…)”
Twitter: @JOchoaVidal