San Granier

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
La tragedia de las inundaciones pareciera interminable, con cientos de miles de damnificados y el reto para los tres niveles de gobierno de corregir con prontitud los cuantiosos daños y ayudar a la gente. No obstante, los tiempos políticos no se detienen: ahí está Andrés Granier Melo, quien durante sus años como acusado de diversos delitos recibió trato especial por enfermedad. Existe información clara de que busca reivindicación como probable candidato a alcalde de Centro.

Para el sistema de justicia, el ex gobernador es inocente. También lo es para un sector de la población que no se fija en si los políticos roban poquito o mucho.

En esta coyuntura, lo recuerdan con las botas y capa amarilla puestas, caminando en colonias de Villahermosa en la inundación de 2007. Qué más da, dicen, si robó o no. No importa, entonces, el colapso hospitalario de 2012, el quebranto financiero, la falta de pagos a servidores públicos, jubilados y pensionados, así como a proveedores.

Tan pronto salió de la prisión domiciliaria, comentó a sus antiguos amigos y allegados que su meta final sería alcanzar esa reivindicación. Después de todo, lo que hizo y deshizo no tiene comparación con el saqueo y desastre de su compadre Arturo Núñez Jiménez. ¡Puercos y cínicos que son unos y otros! Y la gente olvidadiza o sujeta a esa especie de Síndrome de Estocolmo, o de mujer a la que le pega y engaña el marido, pero que ella lo “adora”, lo “comprende” y le perdona todo.

¿Es viable Granier en su afán de lograr la candidatura de la alianza PRI-PRD-PAN? ¡Desde luego que sí! Lo es para el propósito de captar el voto del resentimiento, de la frustración social ante tantos problemas que venimos padeciendo en Tabasco por diversas razones a lo largo ya de años y que se exacerbaron con la pandemia, el consecuente agudizamiento del desastre económico y, para colmo, la inusitada inundación que ya se prolonga por cinco semanas.

Peor aún, se vuelven a cometer errores por parte del área gubernamental bajo la responsabilidad de Javier May, en tanto que el sistema de presas continúa arrojando mucha agua sobre la planicie tabasqueña. La directora de la Conagua -¿demagogia?- sale a pedirle al director de la CFE, Manuel Bartlett, “una tregua”; pero resulta ser que La Angostura, Malpaso, Chicoasén y Peñitas mantienen muy altos niveles de almacenamiento y el pronóstico dice que viene más lluvia sobre la cuenca.

En este contexto, el asunto político se puede complicar. En un municipio emblemático para la 4T como lo es Paraíso, por ejemplo, prácticamente hay dos Morena y el alcalde al que apodan “Toño Caldo” es un inepto que ha hecho mucho daño al partido gobernante y, desde luego, a la sociedad paraiseña. Se sabe que “Tony” junior ha sido desde un inicio el encargado de hacer los negocios, con o sin permiso de papi.

Sobran dedos de una mano para contar a los presidentes municipales que se han esforzado por cumplir su encomienda. El reto es mayúsculo, cuando el sexenio se aproxima a su primera tercera parte. Hay mucho por hacer, en condiciones como nunca adversas; tanto para el país como en Tabasco.

Pero de regreso al tema de Granier: lo más curioso es que él ni siquiera anda en el agua. Ni siquiera levantó aún la mano, si bien se sabe que ha tenido reuniones con antiguos colaboradores. A ese paso, pudiere ser que Luis Felipe Graham Zapata, poseedor de mayores capacidades que el ex gobernador, reciba la invitación para ser abanderado para una diputación local, al igual que Fabián Granier.

MORENA rema ya contra corriente, mientras que las aguas encharcadas se apestan y diversos especímenes de la política del pasado parecieran tener ante sí la oportunidad que después de las elecciones de julio de 2018 se creyó impensable.

Y, ¡cuidado con la eventualidad de que surjan epidemias!
Twitter: @JOchoaVidal