PRI, en manos de un fracasado

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Buen orador, otrora exitoso ranchero aunque mal administrador de los negocios familiares, el presidente estatal del PRI, Dagoberto Lara Sedas, acaba de dar la estocada final a su partido, al menos por lo que se refiere a la coyuntura electoral de 2021.

El compromiso que suscribió de ceder nominaciones en alianza con otros partidos en dieciséis municipios a cambio de asegurar Centro para un priista, suscitó indignación entre la militancia y aspirantes.

La presencia de Manuel Andrade en el encuentro del ya no tan novato “Dago” con los dirigentes del PAN y PRD, pudiere hacer pensar que él será el abanderado para Centro y no Andrés Granier, ex gobernador cuyo rechazo social es muy superior a la aceptación que conserva entre aquellos a quienes en algún medida ayudó. Está en duda.

¿Hasta dónde llegarán los aliancistas con Humberto Vaca, el diputado y ex director de Obras Públicas a quien no solo el Organo Superior de Fiscalización le tiene pisada la cola sino que además es bien conocido por portarse miserable y llorón ante la gente humilde, así como entre quienes le han ayudado a llegar a donde está?

¿Qué lograría el PRI apoyando en Macuspana a Elio Bocanegra, el saltimbanquis que traicionó al tricolor para sumarse al PRD en el sexenio pasado; o con Juan Alvarez, quien una y otra vez fracasó como candidato?

Por mucho desgaste que MORENA tenga en varios municipios, a consecuencia del incumplimiento y fracaso de mucho más de uno de sus actuales alcaldes y diputados, el eventual voto de castigo no bastará para derrotar al aparato electoral del oficialismo; sobre todo, si la alianza PRI-PRD-PAN postula a cartuchos quemados.

Se aprecia con mucha claridad que a Lara Sedas lo volvieron a chamaquear. Ya tiene muchos meses como presidente del único partido de oposición que pudiere resurgir en un futuro y continúa cometiendo un error tras otro. Al interior del PRI existe mucha molestia entre militantes, por la manera como maneja los preparativos del año previo a la elección intermedia.

Sus correligionarios lo critican por su tibieza, falta de dignidad y entreguismo, a la vez que por la mediocridad de su postura ante el desempeño gubernamental. Da la impresión de que se esmera en caer bien con quienes no debe hacerlo y, al mismo tiempo, se muestra soberbio e incapaz de reorganizar y fortalecer al priismo.

No está en lo suyo. No es lo mismo dar órdenes como patrón a los trabajadores del rancho o a los asalariados de las empresas familiares, que presentarse digno y hábil en el manejo político.

Y ya tiene el tiempo encima: no ha podido cimentar estructuras -las que antes hubo se perdieron- y no puede confiar en el PRD venido a menos y que, para colmo, es regenteado por el pícaro saqueador de Jalpa, Francisco Javier Cabrera, a su vez buenísimo para negociar lo personal.

En cuanto al PAN, el dirigente es bueno, pero ni siquiera en los doce años de predominio panista logró el blanquiazul levantarse. La ruptura de hace tres años, cuando la mayoría de los cuadros prominentes se fue con Margarita Zavala, hizo mucho daño a ese partido que tiene innegable fuerza en el norte del país.

Juan José Rodríguez Prats, por su parte, es un hombre de mucho talento que nunca consiguió permear entre la sociedad civil, que es donde se ubica el semillero de potenciales.

No nos queda duda, sí, que el partido en el poder enfrenta una situación muy complicada, por los problemas económicos, la pandemia, la mala actuación de individuos como los que gobiernan Centro, Paraíso, Jalpa, Cunduacán, Centla, Tenosique, entre otros. Feliz, feliz, la presidenta con licencia de Nacajuca, que ya “amarró” huesito para la que viene y no sufre ni se acongoja.

No obstante, los aliancistas volverán a ser aplastados electoralmente al paso que van.
Twitter: @JOchoaVidal