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Voces de la estupidez Juan Ochoa Vidal juan_ochoa45@hotmail.com Mil 114 comentarios y 402 reacciones en la principal red social, hasta el momento de escribir este texto. El ayuntamiento de Huimanguillo y la jefatura de la Jurisdicción Sanitaria del municipio, en rueda de prensa transmitida por Facebook Live, detallaron las tareas de sanidad, los avances en […]
30 de abril de 2020

Voces de la estupidez

Juan Ochoa Vidal
juan_ochoa45@hotmail.com
Mil 114 comentarios y 402 reacciones en la principal red social, hasta el momento de escribir este texto. El ayuntamiento de Huimanguillo y la jefatura de la Jurisdicción Sanitaria del municipio, en rueda de prensa transmitida por Facebook Live, detallaron las tareas de sanidad, los avances en el esfuerzo para lograr el confinamiento y frenar la expansión de la pandemia, y la precisión con respecto a servicios públicos y programas oficiales que continúan adelante.

Pero así como con toda libertad alguien urgió “por lo menos una despensa para esa gente que no puede salir a trabajar”, en tanto que otros pidieron cubrebocas, hubo quienes vieron la oportunidad para expresar -era hasta lógico- sus frustraciones personales, sus preferencias políticas (“Con Chavo sería otra cosa”), e insultaron a las autoridades.

José del Carmen Torruco Jiménez, sentado a sana distancia del jefe de la Jurisdicción Sanitaria, con teléfono celular en mano leía uno a uno los comentarios. Al término de la exposición a cargo del funcionario de la Secretaría de Salud, el alcalde tomó el micrófono. Con toda serenidad y sencillez, pero a la par con la firmeza acostumbrada, respondió ante los insultos y, como se dice en lenguaje coloquial en el norte del país, sin deberla ni temerla aclaró paradas.

Puntualizó que él trabaja desde los 21 años, hace medio siglo, y que el patrimonio que tiene se lo ha ganado a pulso. Trabajó primero como abogado, enseguida seis años como servidor público en el Congreso del Estado, luego notario público y ya dos veces presidente municipal, Carmito Torruco ciertamente tiene una trayectoria intachable. Jamás ha sido ni será un parásito ni ladrón como otros.

Al fin y al cabo “pueblo chico infierno grande”, como se dice, todo Huimanguillo conoce muy bien a quienes sí han robado. Y Carmito no es uno de ellos. Es, sí, un hombre que a sus 71 años no tiene de qué avergonzarse, a diferencia de otros que han buscado posiciones de poder y las añoran, porque son insaciables; porque son unas ratas cochinas y descaradas, acostumbradas al golpe bajo, a la difamación, a la traición, al delito.

Uno de los comentarios fue el clásico feisbuquero: “Eres el peor presidente que Huimanguillo… pero ustedes no están preparados para esta conversación”. Pero también hubo expresiones genuinas, como la siguiente: “Mis respetos a quienes ajenos a algún partido estuvieron dando despensa”.

A decir verdad, nada nuevo hay sobre este tema: las redes sociales se utilizan lo mismo para compartir buenas ideas, positivismo y trivialidades que no hacen daño, que para la guerra sucia y el desahogo de frustraciones, al punto de que el escritor y filósofo italiano Umberto Eco acertadamente describió el fenómeno como “la invasión de los necios”, y añadió que “las redes sociales dan voz a legiones de idiotas”.

Para el tema que nos ocupa, la autoridad se esmeró en informar acerca de la situación prevaleciente en Huimanguillo en la guerra contra el Covid-19, sobremanera los alcances que presentan los esfuerzos para convencer a la población de aislarse, cuidarse e incluso para que prevalezca así el interés colectivo sobre el individual.

Carmito Torruco, en su intervención, además presentó un reiterado mas escueto desglose de la obra pública del año pasado y el actual, o más bien del 5 de octubre de 2018 a la fecha, y de cómo se ha podido enderezar el rumbo y cumplirles a los electores los compromisos suscritos, a pesar del desastre heredado. Se han reordenado las finanzas municipales y de no ser por la pandemia ahora mismo se tendrían logros mayores.

Hay que decirlo: algunos homólogos de Carmito, en sus respectivos municipios, igualmente se han esmerado en su trabajo; pero hay otros, quizá la mayoría, que le han quedado mal al pueblo. Sus conciudadanos los identifican muy bien.

Huimanguillo es uno de los municipios en donde uno de los ex candidatos que fueron derrotados en las urnas mantiene una permanente campaña sucia en contra de la actual administración. Por cierto que el Organo Superior de Fiscalización mantiene en suspenso un grueso expediente relacionado con una larga serie de sinvergüenzadas que deberán definirse en el ámbito judicial, porque a simple vista configuran delitos.
Twitter: @JOchoaVidal

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