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El “problemita” de la percepción ciudadana Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com En política y función pública, a través del voto los ciudadanos entregan su amor a los candidatos, con la esperanza de no ser defraudados, al cabo de muchas decepciones. A esos personajes públicos cada año les resulta más difícil retener la confianza recibida. Y tarde […]
2 de abril de 2019

El “problemita” de la percepción ciudadana

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
En política y función pública, a través del voto los ciudadanos entregan su amor a los candidatos, con la esperanza de no ser defraudados, al cabo de muchas decepciones. A esos personajes públicos cada año les resulta más difícil retener la confianza recibida. Y tarde se enteran cuando ya no los aman, porque además del amor al rechazo (como al odio) solo hay un paso.

El primero de julio del año pasado, en Tabasco una insólita mayoría ciudadana votó por el “seis de seis”, motivados en gran medida por la esperanza más grande que se ha tenido: de que al haber por primera vez un Presidente de la República tabasqueño, al plazo más corto se vería el anhelado cambio; la recuperación de una entidad saqueada, vapuleada, castigada, agobiada por mil azotes.

De ello se deriva un complejo problema que muchos entre quienes se alzaron con el triunfo electoral aún no entienden: tienen que convencer a la gente de que se hace lo que se puede, hasta donde se puede y cuando se puede, porque hubo quienes creyeron que los entonces candidatos traían varita mágica, y bastaba con tener buenas intenciones y jurar ser honesto.

Desde nuestra óptica, con notables excepciones las autoridades emanadas de MORENA y también los legisladores no se han percatado de la importancia del cuidado de la imagen institucional, lo que implica mantener viva la llama del amor, como en los matrimonios o en el noviazgo, donde es relevante no confiarse y prestar atención a las inquietudes de la otra parte.

Trataremos de explicarlo de otra manera:
En esa relación entre pueblo y gobierno y representantes populares, se tiene que mantener una permanente comunicación, la que en términos prácticos es improbable que se logre por una sola vía, dada la segmentación del auditorio y al exceso de ruido que unas cuantas voces son capaces de producir en la era de las redes sociales, en donde con frecuencia lo que sobresale es lo negativo, lo falso.

Es cierto, sí, que en el pasado reciente los gobiernos incurrieron en injustificado derroche en pretendidas estrategias de comunicación social que no cumplieron objetivo alguno, si nos atenemos a la pésima percepción ciudadana que prevaleció durante esos regímenes.

A algunos amigos relacionados con la función pública les hemos compartido esta opinión: en aras de la austeridad, que indiscutiblemente debe prevalecer, se llegó al extremo del desmantelamiento de lo poco que había en cuanto a difusión gubernamental e intentos de concientizar a los ciudadanos con respecto a los alcances de las tareas de gobierno y, dado el caso, también de la labor legislativa.

Convencidos de que era necesario corregir el rumbo del país y en particular de Tabasco, coincidimos en que había que ponerle fin a esos excesos que conllevaron el robo descarado de cientos de millones de pesos cada año, no solo en el sexenio de Arturo Núñez Jiménez.

No obstante, se tendrá que encontrar la forma de orientar a la opinión pública; de informar y lograr que la percepción sea la correcta, en una coyuntura en la que se tiene en contra el tiempo, la realidad y la desinformación.

Por lo pronto, a los alcaldes ya se les escaparon los primeros seis meses, que se cumplen esta semana, en tanto que el Presidente Andrés López Obrador llegó a cuatro y el gobernador Adán Augusto López Hernández a tres. No dudamos de su compromiso.

Muchas personas nos han preguntado qué diferencia han logrado los diputados que integran la actual legislatura local, y a qué se dedican los senadores y diputados federales, los que en el caso de Tabasco forman parte de un mismo proyecto llamado MORENA, el que no puede depender del hecho de que en las pasadas elecciones la mayoría de los ciudadanos hayan rechazado en las urnas a los candidatos de los demás partidos, ni de la descomposición interna de esos institutos políticos.

¿Cómo hacerle entender a la gente, por ejemplo, la complejidad de la problemática de seguridad pública y que la recuperación económica que traerá bienestar para cada uno de nosotros se dará gradualmente, y que se cumplirán los compromisos refrendados?
Twitter: @JOchoaVidal

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