Arturo y Martha quedan a salvo

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
La ansiada reprobación de las cuentas públicas no satisfizo a los tabasqueños: se teme que se repita la historia de siempre. Para atender el compromiso oficial y reclamo social de basta a la impunidad, se deberá presentar ante la justicia, dentro de un plazo no mayor de dos meses, a los responsables de saqueos que no han sido los primeros.

¿Arturo Núñez Jiménez será enjuiciado? ¿Qué pasará con Jorge Priego Solís, a quien se le atribuyen irregularidades administrativas y eventualmente probables hechos ilícitos como presidente del Tribunal Superior de Justicia? ¿En serio se actuará en contra de doce ex alcaldes?

En incontables ocasiones se les ha reprobado cuentas a personajes como varios que hoy son diputados o funcionarios, y que hasta volvieron a ocupar el mismo cargo en virtud de que, ya por último, ni siquiera se les aplicó el menor de los castigos que es la inhabilitación para desempeñarse como servidores públicos.

Por otra parte, en esa falta de oficio imperante en el ámbito legislativo y que no es la primera vez que se pone de manifiesto, se dictaminaron reprobaciones aplicables a ejercicios completos, del primero de enero al 31 de diciembre de 2018, sin tomar en consideración que los actuales presidentes municipales entraron en funciones el 5 de octubre.

Por elemental sentido común, ante lo que pudiera llamarse “un balazo en el pie”, la dirigencia cameral emanada de la 4T debiera salir a hacer las precisiones del caso.

Deberá aclararse que, en última instancia, una cosa es el desvío de recursos, las obras inconclusas o inexistentes, la desaparición de dineros, y otra las observaciones de carácter administrativo que se derivan de la normativa y son solventables.

¿Qué va a suceder en el escandaloso caso de Jonuta, en donde todos saben que desde hace cuatro años quien manda es Francisco Filigrana y no su esposa, la ex presidenta, y cuyo expediente 2018 fue regresado a la comisión dictaminadora? Suponemos que este jueves se conocerá ese desenlace.

En lo que se refiere a la cuenta de Núñez, más les vale a quienes esperan su encarcelamiento, no hacerse ilusiones.

Para comenzar, se sabe que la decisión legislativa tiene que ver con manejo de recursos en las secretarías de Salud y Educación. Es decir: involucra directamente a Rommel Cerna Leeder y Angel Solís Carballo.

La muerte de Amet Ramos Traconis se significó como la ruptura del único eslabón que, si existiese la voluntad para ello, hubiere permitido fincarle cargos a Núñez. Y por cierto que se sabe, también, que los auditores del Organo Superior de Fiscalización no quisieron revisar la parte de la cuenta que corresponde al DIF, en donde Martha Lilia López Aguilera actuó como funcionaria pública.

Entonces, como dijo un día en Necaxa el “innombrable” Carlos Salinas, no nos hagamos bolas: en el mejor o peor de los escenarios, Arturo y Martha no serán molestados. Jamás se les requerirá para que comparezcan a fin de realizar aclaración o solventación alguna. Menos aún para presentarse ante el Ministerio Público.

¿Quería el público la reprobación de la cuenta de Núñez? ¡Ya la tiene! ¡Confórmese con eso!

Mayor será el desengaño de quienes esperan que el ex gobernador regrese lo que se llevó.

Tal vez dentro de algunos años, si todavía vive, regresará, sí, para recibir algún homenaje por su trayectoria, o como invitado especial a algún evento. A los ojos de la justicia se le presume más inocente que un recién nacido. Quizá lo reciban festivamente sus cómplices, así como quienes le agradecen la entrega de alguna migaja o el haber podido tener un buen empleo durante seis años.

Es ya uno más de los ex gobernadores que han depredado a Tabasco. Pertenece a la misma galería que Andrés Granier Melo, con respecto al cual se llegó al extremo de la expresión: “El químico robaba, pero ayudaba a la gente”.

De los apuntes
La polarización debe cesar. No es posible que a diario, con cualquier tema y también ante situaciones tan delicadas como la masacre de Sonora, se pierda todo equilibrio y sentido común. En el caso de la familia LeBarón se cometió el error de apresurar una hipótesis, cuando que se trata de una investigación que puede tener cualquier desenlace.
Twitter: @JOchoaVidal