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¿Se vale soñar? Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com Rumbo al cierre de un año horrible para muchísimos, nos entretenemos con las fiestas de muertos que darán paso a los abrazos y besos (no balazos) de fin de año, y aún sin poder salir del hoyo vendrá la nueva cuesta de enero, aunque sin que finalice la […]
31 de octubre de 2019

¿Se vale soñar?

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com

Rumbo al cierre de un año horrible para muchísimos, nos entretenemos con las fiestas de muertos que darán paso a los abrazos y besos (no balazos) de fin de año, y aún sin poder salir del hoyo vendrá la nueva cuesta de enero, aunque sin que finalice la anterior, y la de 2018, 2017, 2016…

Los últimos indicadores económicos emitidos por INEGI, han confirmado que al concluir el segundo trimestre de 2019, en Tabasco continuamos en la recesión económica que en el país ciertamente no inició en este sexenio ni en el anterior, sino que es la secuela del terrible desbarajuste y desigualdad que tampoco tuvo su origen en la implementación del modelo neoliberal del gobierno de Miguel de la Madrid.

Ya para entonces, José López Portillo había gritado, en su último informe en San Lázaro, que defendería al peso como un perro. Atrás quedaba el desarrollo estabilizador de Luis Echeverría, años en los que el salario alcanzó su mayor poder adquisitivo en la historia de México y en los que, como decía aquí la vox populi, “hasta los perros se amarraban con longaniza”.

Estos diez meses han sido particularmente difíciles para los tabasqueños. Continuamos a la espera de la anunciada reactivación económica, si bien están en marcha proyectos federales que al concretarse tendremos que salir del último lugar en los referidos indicadores.

Entre las autoridades que resultaron elegidas en julio del año pasado, son pocas las que han demostrado esfuerzo, dedicación y, en síntesis, que procuran ser diferentes a quienes les antecedieron en el cargo. Eso sí, milagros no habrá.

¿Acaso alguien esperaba un milagro tabasqueño?

Parece ser que sí, cuando que con los pies en la tierra una somera revisión de la aguda problemática que se padece nos permite concluir que hay situaciones que tardarán en mejorar solo un poco, como en empleo, tema en el que al gobierno le compete propiciar condiciones, al sector privado hacer las inversiones y a la mano de obra -calificada o no- aprovechar las oportunidades.

En lo que respecta a la inseguridad, no nos engañemos: el flagelo es monstruo de mil cabezas. En el rubro del consumo de drogas, la demanda crece y envenena a individuos de todas las edades. ¿Será que la corrupción se abatirá solo porque alguna autoridad convenciere de que da buen ejemplo? Como reza el quemado eslogan: la corrupción somos todos. Esa frase la acuñó un régimen de lo más podrido y es verdad.

El martes, ante un operativo para liberar a un niño secuestrado, se tuvo en Tabasco una pequeña muestra de lo que podrían ser capaces de hacer los incontables cómplices de la delincuencia.

Por fortuna, más allá de daños a vehículos y los perjuicios del bloqueo en la carretera Villahermosa-Teapa, nada más hubo que lamentar. Obligadamente, el gobierno debe irse a fondo en contra de los concesionarios de los pochimovilistas participantes. Actúese con dureza contra ellos.

Lo sucedido ahí, a muchos nos hizo recordar el caso Culiacán, con respecto al cual el gobierno federal presentó este miércoles su cronología.

En ese punto parece haber coincidencia de la opinión pública nacional en cuanto a que en ese momento la prioridad era salvaguardar a la población, mas sin duda debe desarrollarse una estrategia que permita abatir, al menos, a esos cárteles que en muchas regiones ya se presentan como un Estado dentro de otro; o, más bien, por encima del constitucional.

Se entiende la intención de impedir más matanzas, pero el crimen no entiende por las buenas. Ojalá funcionaran los llamados a misa o colocar en cada localidad del país, en Tabasco, letreros con contenido moral.

La utopía es maravillosa. Es el paraiso terrenal. Es el éxtasis previo al bíblico pecado original. Es el sueño imposible de Don Quijote de la Mancha.

La realidad se impone. En todos los aspectos. Lo mismo con referencia al fenómeno delictivo, que en todo lo demás, pasando por el asunto de la economía y la imposibilidad que enfrentan nuestros gobernantes para, en el mejor de los casos, aplicarse a fondo y resolver todos los problemas.

Pero el diagnóstico es bien conocido. La incógnita no es si un gobierno podrá resolver los problemas y desterrar todos los males habidos y por haber, sino qué tanto se avanzará.
Twitter: @JOchoaVidal

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