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Juan Ochoa Vidal No está fácil lo que viene En plena etapa de cierre de ejercicio fiscal de un año que ha sido sumamente difícil para todos y en el que la austeridad republicana se tradujo en escasez de recursos para atender en la medida suficiente rubros como el de salud, infraestructura educativa y carreteras, […]
14 de octubre de 2019

Juan Ochoa Vidal

No está fácil lo que viene

En plena etapa de cierre de ejercicio fiscal de un año que ha sido sumamente difícil para todos y en el que la austeridad republicana se tradujo en escasez de recursos para atender en la medida suficiente rubros como el de salud, infraestructura educativa y carreteras, el secretario de Hacienda, Arturo Herrera, alertó sobre algo que vienen diciendo lo mismo su antecesor en el cargo que analistas internacionales: estamos ante la proximidad de un 2020 que podría ser incluso más complicado.

En palabras lisas y llanas: la reactivación económica, luego de que el último dato oficial fue de cero crecimiento, demorará en llegar; de sobremanera, para estados como Tabasco, que se posicionan en últimos lugares en aspectos como desempleo y escaso circulante.

Se entiende que las autoridades se esmeren en inyectarnos optimismo, mas lo cierto es que no se ve cómo al corto plazo pueda haber mejoría en las finanzas públicas y en la economía propia de los hogares tabasqueños, así como del resto del país, a excepción obvia de los estados en donde se tiene una dinámica económica distinta, en virtud de su grado de industrialización y actividad comercial así como turística.

En este contexto, el subsecretario de Educación, Fernando Calzada, acaba de confirmar que la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco por tercer año consecutivo no tiene dinero para cubrir sus obligaciones laborales de fin de año. Es de suponer que también están en aprietos las demás instituciones de educación superior de esta entidad federativa y de muchas otras partes del país.

Debe entenderse que no se trata solo de lo que se haga o deje de hacer aquí y como país, sino que estamos inmersos en un fenómeno global de desaceleración económica que afecta a países como Reino Unido y Alemania, en tanto que hay proyecciones económicas que dicen que Estados Unidos -nuestro principal mercado- crecerá entre 1.5 y 2 por ciento, a lo mucho, al tiempo que prevalece la inquietud de recesión a un plazo de más de 15 meses.

Ya se sabe: si a Estados Unidos le da gripe, a México le da pulmonía. Valga el ejemplo para ubicar a Tabasco en el contexto nacional: si se descomponen las cosas para la administración federal, entonces estarán en problemas la estatal y los ayuntamientos, y sufriremos todos.

Hay proyectos formidables en marcha o en el papel para Tabasco. Si todo sale bien, el alivio lo sentirá lo mismo el taquero, que el asalariado o el gran empresario. Con los pies en la tierra, esperemos lo mejor, pero no es momento de hacer cuentas alegres: ni en las finanzas públicas, ni en la situación personal de cada individuo de un estado en donde lo que sí prospera, por ahora, es el agiotismo.

El secretario Herrera habló en un programa de radio a mediados de la semana pasada. Comentó que para protegernos de las adversidades internacionales, se tiene un manejo responsable y cuidadoso de la macroeconomía, en particular de los superávits primarios, ya que se plantaron de 1 por ciento para este año y de 0.7 por ciento para el próximo.

“Esto se ha traducido -precisó- en un ambiente estable de precios. Por ejemplo, la inflación de 3 por ciento del último mes. Por otro lado tenemos una serie de mecanismos de protección que nos permiten hacerle frente a una disminución de la actividad económica”.

Entre las previsiones que está tomando el gobierno de Andrés López Obrador, Herrera citó que México tiene una línea de crédito flexible con el Fondo Monetario Internacional, “que es una especie de rómpase en caso de necesidad”, por 74 mil millones de dólares. Asimismo, hay 200 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de Ingresos Presupuestarios y 70 mil millones de pesos en el Fondo de Estabilización de las Entidades Federativas.

Admitió Arturo Herrera que México tuvo una caída en la inversión fija bruta no vista desde julio de 2009, cuando se presentó la gran crisis económica mundial, detonada por la crisis hipotecaria de Estados Unidos, la cual se frenó merced a la inyección de cuentiosos recursos de los contribuyentes de ese país, a manera de salvamento como el Fobaproa que se aplicó mucho antes aquí.

Entiéndase: no es hora de sonrisas y cuentas alegres.Twitter: @JOchoaVidal

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