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El acuerdo, la crisis y la desinformación Juan Ochoa Vidal juanochoavidal@gmail.com ¿Por qué, al cabo de casi cuatro meses, solo son 130 mil usuarios de la CFE los que se han inscrito al programa Adiós a tu Deuda, que borra todo adeudo anterior y coloca al cliente en el beneficioso nivel tarifario 1F? Recordemos que […]
27 de septiembre de 2019

El acuerdo, la crisis y la desinformación

Juan Ochoa Vidal
juanochoavidal@gmail.com
¿Por qué, al cabo de casi cuatro meses, solo son 130 mil usuarios de la CFE los que se han inscrito al programa Adiós a tu Deuda, que borra todo adeudo anterior y coloca al cliente en el beneficioso nivel tarifario 1F?

Recordemos que en total se trata de unos 550 mil los que se colocaron en situación de morosidad y representan a la inmensa mayoría de clientes de esa empresa en Tabasco, si tomamos en cuenta que la población es de alrededor de dos millones doscientas mil personas, o un poco más.

Dicho acuerdo constituye un magnífico logro gubernamental y ha sido un alivio para quienes vivían en la zozobra de que se les desmantelara el servicio en cualquier momento.

Nos parece que la respuesta a esa pregunta no es tan sencilla:

Hay una realidad que un número significativo de personas ignoran, porque tienen la dicha de poseer un patrimonio consolidado y bien administrado, y tienen ingresos más que suficientes para llevar una vida tranquila.

En contraste, la inmensa mayoría de la población enfrenta desde hace muchísimos años un proceso de empobrecimiento paulatino e incesante, lo que se aprecia en los indicadores económicos que de manera reiterada nos ubican con un decrecimiento de casi menos once puntos porcentuales.

En palabras llanas: muchísimas familias, incluso empresarios, viven escondiéndose de acreedores diversos; lo mismo bancos, que tiendas departamentales, agiotistas, el SAT, el proveedor, la escuela, etcétera.

Cuando se enfrenta una crisis de ese tamaño -la cartera vencida de bancos en Tabasco debe ser enorme y no se conocen datos al respecto- lo que la gente hace es tratar de “tapar huecos” con el escaso ingreso que se tiene, y “flotar”, “nadar de a muertito”; írsela llevando.

Se firma el acuerdo CFE-gobierno estatal a finales de mayo. Hay mucha confusión en un inicio. Se propagan rumores falsos o imprecisos. La propia empresa no divulga de manera suficiente todo lo concerniente. La administración del estado hace algo al respecto, pero nunca se desarrolla una estrategia mediática.

El primer lunes de junio hay aglomeraciones en oficinas de CFE y resulta ser que el personal no está enterado de qué hay que hacer. Interviene otra vez el gobierno estatal para sacar las castañas del fuego. Más tarde se instalan mesas de atención en el parque Tabasco Dora María; pero sin un esquema de citas previas y sí largas colas que se forman desde la noche anterior, aquello es caótico.

El hecho de que para acceder a los beneficios se deba pagar solo lo consumido a partir del primero de junio, está excelente.

Cuando al usuario le llega su primera facturación, quizá tiene la intención de acudir de inmediato a ponerse al corriente, mas debe considerar que hay largas colas y quizá haya que escoger entre eso o ir al centro laboral y ganarse la vida, y tampoco las personas discapacitadas han escuchado que hay una ventanilla especial para ellas, aunque no se previó para las de la tercera edad.

Son, en suma, una serie de complicaciones. Desde luego que además está la consabida actitud de “lo dejo para después, cuando ya no haya tanta cola”. Y, para colmo, el exhorto de politiquillos para que se desconfíe.

Una y otra vez, el secretario para el Desarrollo Energético, José Antonio De La Vega, acude a estaciones de radio para informar, orientar.

A este respecto, no olvidemos que incluso el principal programa de radio que se transmite en Tabasco cubre apenas a un segmento de auditorio; tan pequeño, que según conocedores no se aproxima siquiera, en el mejor de los casos, al 10 por ciento de los radioescuchas.

Ahora, cuando faltan casi dos meses para que venza un primer plazo de atención -existe la posibilidad de ampliarlo hasta por seis meses más- lo que sí informa la CFE, sin contextualizar el dato, es que termina el subsidio de verano.

Ello da paso a más confusión que se añade a las dificultades que tienen los usuarios para pagar lo consumido de junio a la fecha, a pesar de las reiteradas bondades del acuerdo.

De la Vega precisó este jueves que aunque se elimine el subsidio de verano, el nivel tarifario 1F se mantiene y es ventajoso para los usuarios. En lo personal, nos queda claro que así es.
Twitter: @JOchoaVidal

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