*La separación en matrimonios puede ser moralmente necesaria: Papa Francisco
*Se acabaron las ataduras de matrimonios disfuncionales casados por la iglesia
*40 años de servicio sacerdotal del presbítero Rubén Ponce de León Murillo
* La familia un elemento insustituible en la construcción de sociedades: ANJ
*Todo lo que sirva para edificar la persona y la familia bienvenido: Rubén Ponce

Francisca Alamilla Ocaña

Sin duda que las declaraciones  que hiciera el pasado miércoles el Papa Francisco en su catequesis de la audiencia general donde se refirió al sufrimiento de los niños por la separación de un matrimonio, la cual en algunos casos dijo «es inevitable» cuando se hace para proteger a los más débiles.

Tal vez, alguna parte de la Grey católica no esté de acuerdo con estas declaraciones, pero lo que si es cierto, es que otra parte, tampoco estaba de acuerdo con esa letanía que los sacerdotes le hacen a los novios al casarse de que “estarán juntos hasta que la muerte los separe”.

En respeto a este dicho por lo curas, muchas mujeres han preferido aguatarle a los maridos o viceversa, malos tratos e humillaciones llevándose con ellas mismas entre las patas a los hijos quienes crecen en una violencia intrafamiliar la cual repiten al ser adultos ya que para ellos es un esquema de vida tan normal.

En ocasiones he escuchado decir a mujeres maltratadas que le aguantan al marido por estar casadas por la Iglesia y por no dejar a sus hijos sin padres, sin importarles el daño que con esto le ocasionan o en su defecto porque no saben cómo defenderse en la vida y para ellas es más fácil aguantar malos tratos y golpes que salir a trabajar para darle el sustento a sus hijos.

La verdad que hoy me da requetegusto saber que tenemos un Papa con esa visión ya que es sabido y comprobado el número de mujeres que  lejos de ser maltratadas por su esposos, maridos o como quieran llamarles terminan muertas o lesionadas para siempre.

En sus declaraciones el Papa Francisco asegura  «A veces (la separación) puede incluso ser moralmente necesaria cuando se intenta proteger al cónyuge más débil o a los hijos más pequeños de las heridas causadas por la prepotencia, la violencia, la humillación, la extrañeza y la indiferencia».

Ante esto, el santo pontífice animó a interrogarse sobre «cómo ayudar o cómo acompañar» a estas familias, al tiempo que se detuvo a reflexionar «sobre las heridas que se producen en la misma convivencia familiar».

Sostuvo que se trata de palabras, acciones y omisiones que, en vez de expresar amor, hieren los afectos más queridos, provocando profundas divisiones entre sus miembros, sobre todo entre el marido y la mujer. E indico que si estas heridas no se curan a tiempo se agravan y se transforman en resentimiento y hostilidad, que recae sobre los hijos.

Para el papa cuando los adultos pierden la cabeza, cuando cada uno piensa en sí mismo, cuando papá y mamá se hacen daño, el alma de los niños sufre mucho, siente desesperación y son heridas que dejan huella y muchas veces los niños que viven estas situaciones se esconden para llorar  solos.

El Papa Francisco destacó que «no faltan los casos en que los esposos, por la fe y el amor a los hijos, siguen dando testimonio de su fidelidad al vínculo en el que han creído».

Indiscutiblemente con estas declaraciones hechas por el Santo Pontífice, muchas mujeres y hombres que viven una vida de perros en el matrimonio y que se aguantan por estar casados por la Iglesia o por los hijos,  habrán dado un respiro y comenzarán a sentirse un poco libres de culpas y entonces puedan tomar la decisión necesaria para poder vivir en paz y dejar de llenarse de pecados cada día más. Bien por el Papa Francisco, ojala en México y el mundo esto sirva de mucho para dejar de hacer hijos delincuentes que son los que se derivan de familias disfuncionales quienes se dedican a repetir el esquema de vida de sus padres, corregidos y aumentados.

Ojala muchos de esos católicos empedernidos que viven metidos en la iglesia y tienen familias disfuncionales entiendan el mensaje del Papa y pongan sus barbas a remojar y comiencen a recomponer sus hogares y dejen de ser “Candil de la calle y oscuridad de su casa”, si aún están a tiempo de hacerlo o en su defecto divorciarse y así dejar de llevar una vida de pecados.

40 AÑOS DE SACERDOCIO.-Al celebrar el 40 aniversario de vida sacerdotal del presbítero Rubén Ponce de León Murillo, se llevó a cabo un panel interdisciplinario titulado “La familia que educa en un mundo difícil”, el auditorio del Campus Bicentenario de la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, donde se contó con la presencia de autoridades universitarias, eclesiásticas, público en general y el gobernador del estado Arturo Núñez Jiménez.

Al hacer uso de la palabra el mandatario alentó a no desfallecer en la tarea de consolidar este núcleo universal como baluarte de la sociedad, y afirmó que entre más sólido sea, las actuales generaciones estarán más preparadas para discernir entre lo bueno y lo malo.

Sostuvo que la familia constituye un elemento insustituible en la construcción de sociedades más justas, equitativas y solidarias. Por lo que, ante la descomposición social que se ha incrementado en todo el país, necesitamos urgentemente una educación que fortalezca los valores, de allí que su gobierno fomente de arriba hacia abajo principios que contribuyan a la formación ética de las nuevas generaciones de tabasqueños.

Aseguró que en los tiempos de cambio de civilización que hoy vivimos por la vorágine informativa que se transmite a través de las nuevas tecnologías de la comunicación, en especial de las redes sociales, la enseñanza que se inculca desde el seno familiar se convierte en un valor irremplazable y advirtió que esa turbulencia informativa conlleva a una falta de jerarquización sobre lo que es o no valioso, lo que es o no efímero, frívolo o trivial, arrastrando con ello en la mayoría de los casos hasta los valores fundamentales que deberían ser permanentes.

Destacó la importancia de este tipo de foros donde se abordan temas de la familia con un enfoque interdisciplinario, y recalcó que para hacer frente a la ola de cambio tecnológico, resulta trascedente afianzar el rol de este núcleo en la educación y formación de las actuales generaciones.

Por su parte el presbítero homenajeado Rubén Ponce de León subrayó que más allá de la evangelización, todo aquello que sirva para edificar a la persona, la familia o la comunidad, siempre será bienvenido, por lo que instó a la sociedad a involucrarse con mayor decisión en proyectos dirigidos a promover valores, cuidar el medio ambiente, fomentar la convivencia social y “todo lo que ayude a la formación integral de la gente”.

Dijo que la familia, la educación y el mundo difícil en el que nos ha tocado vivir son temas que hoy están en la agenda de debate de padres, pedagogos y estudiosos de la historia, y por esa razón, abundó, es que cobra mayor relevancia el enfoque de interdisciplinariedad, porque en torno a ellos giran problemas que no son mono-causales.

“La interdisciplinariedad no es una cuestión de moda, sino de necesidad; es importante que las disciplinas dialoguen, trabajen y propongan un camino desde distintos puntos de vista que sea útil a la sociedad de hoy y a quienes vivimos en ella”.