En las Carpas de la Política
Abandonan el barco Florentino J. García Alcudia florentino_alcudia69@hotmail.com Como era de esperarse. Tras la derrota poco a poco empiezan a abandonar el barco. Evaristo Hernández Cruz se queda solo. Sus “amigos” “aliados” “incondicionales” “subalternos”, lo dejan a cómo empezó con una mano adelante y otra atrás. A Evaristo le cavaron su tumba para el 2018 […]
16 de junio de 2015

Abandonan el barco

Florentino J. García Alcudia
florentino_alcudia69@hotmail.com
Como era de esperarse. Tras la derrota poco a poco empiezan a abandonar el barco. Evaristo Hernández Cruz se queda solo. Sus “amigos” “aliados” “incondicionales” “subalternos”, lo dejan a cómo empezó con una mano adelante y otra atrás.

A Evaristo le cavaron su tumba para el 2018 y fue el único que no se dio cuenta. Los actores políticos que esperan vislumbrar para la contienda venidera ya están medianamente posicionados.

Evaristo no quiso darse cuenta o el ego y la soberbia lo envolvieron a tal grado que creía todas las adulaciones de quienes solo estiraban la mano para “nuevas estrategias” de campaña.

No se quiso percatar que gran parte de su equipo era al que no querían. La arrogancia se apoderó de su equipo de campaña. Ya se sentían los dueños y señores del municipio. Organizaban desayunos, cenas, comidas privadas con el candidato, porque ahora si iba a ganar. Totalmente engañado, se rodeó de gente muy repudiada en todos los niveles, la apatía de su equipo se le contagió o viceversa. Al grado que colaboradores que vinieron de otros estados a trabajarle “gratis” a su proyecto, los patearon, con el cuento que eran oportunistas y querían sacar raja del que ya hacían alcalde de Centro.

Triste ver cómo puede desaparecer un político, esta vez le jugaron su propio juego y en vez de utilizar la estructura, le dieron la vuelta y fue utilizado a tal grado que lo pusieron en el rincón, quienes lo creían enemigo político a vencer dentro del propio tricolor.

Si Evaristo lograba el triunfo. Se autonombraría el candidato de facto a la gubernatura. Eso ni al viejo PRI, ni al nuevo PRI, le convenía.

El problema en la elección del domingo siete de junio, no era evitar que Gerardo Gaudiano perdiera, sino que Evaristo ganara. Sabían que tenía la preferencia y que podía obtener el triunfo, pero esto a nadie le convenía.

El PRI “poderoso” no lo quiere, ni a él, ni a Erubiel, un joven que pensó que ganar en Tabasco, sería como quitarle una pelota a un niño. No pensó que estaba comiéndose una mojarra de cola, dirían los tabasqueños.

Evaristo hoy tiene que afrontar la derrota y tratar de impugnar solo las elecciones. Ni su partido, ni sus allegados tocan el tema. Solo dos o tres que no resisten perder la oportunidad de volver al poder. El resto, ya regresó a sus actividades cotidianas, por qué dirían por ahí, faltan todavía tres años y medio y hay que comer.

No todos se pueden dar el lujo, se esperar que impugnen, el resolutivo y después si viene en contra que otro disparate se le ocurre al candidato, como marchar, plantones, cierre de carreteras, su voto por voto que pidió ahora.

Lo realmente político de parte de Evaristo sería afrontar su derrota. Y comportarse por primera vez como un ejemplo de lo que debe ser el nuevo PRI. Que aporte a Tabasco, no que busque sumirlo en el retraso con judicializar un proceso que ya se claro que perdió. La diferencia es marcada y las causales que llaman para anular no existen. Sus pruebas no las tiene. Si así fuera, ya hubiera salido a denunciarlas legalmente como debe ser. Para eso existían las instancias legales.

Es extraño que a una semana de la elección. Aun cuando dijo que tenía todas las actas, no ha dicho el porcentaje por el que se llevó el triunfo.

Esa intentona de unirse tres candidatos perdedores lo vino a sumir todavía más en el descrédito. Jamás pensamos ver sentados a Rosalinda López, con Evaristo Hernández y Roger Arias, denunciando los tres el mismo hecho. Y que formarían un frente.

Más tardaron en terminar el primer acto, que le llovieron las críticas a diestra y siniestra principalmente a Federico Madrazo, quien a leguas demostró que estaba en contra de tal medida. Pero que no le quedaba de otra que apoyar a su candidata.

Tras los ánimos calmados. Pensando tal vez Federico en su futuro político, que en nada le convenía ser un nuevo “porro” político en Tabasco. Dijo, el PVEM está en contra de marchas y manifestaciones, se irá por la vía pacífica.

Al día siguiente sale el líder nacional del PRI César Camacho a decir lo mismo, que el PRI no era de marchas, que analizarían y que después se irían por la vía legal. Y que los demás partidos le hicieran como quisieran, el PRI iría solo. Que las alianzas con PVEM debieron ser antes. Ya no después de la derrota.

Esa falta de alianza, dijo no solo afectó al PRI, sino al PVEM también, al que recalcó “no les fue como esperaban”.

Pateó Camacho a los partidos chicos. No le importó una alianza para impugnar el triunfo de Gerardo Gaudiano. Es más tampoco parece importarle el futuro de Evaristo Hernández. De quien no se sabe que ya haya sido recibido por la dirigencia nacional. Ya todo para el PRI está consumado. Perdió quien tenía que perder y ganó quien tenía que ganar.

Es lo que a Evaristo lo tiene con una rayita al borde de la locura y se dice en radiopasillo que ahora con mantas acusa de traidor a su dirigente estatal Erubiel Alonso, de haber vendido al PRI con el gobierno actual. Cuando realmente fue su propio partido que no lo quería.

“No había otro para sacrificar”, dijeron en reuniones privadas dos o tres actores políticos de muy buen nivel.

No quería el PRI un candidato a la alcaldía de Centro, con aspiraciones a ser gobernador. Pues la candidata y/o candidato ya lo tiene en la mira el CEN del PRI y con muy buenos ojos el número uno. Pero al tiempo. Nada está escrito en política y los tiempos y modos de hacerla cambian, cambian, cambian.

Lo cierto es, que Evaristo Hernández si quiere seguir en éste juego de ganar-perder-vender, tendrá que reajustar su estrategia. La de ahora no le dio resultado. Ni la selfimanía lo salvó.

De las pluris y más
Mientras unos festejan lo sorpresivo de la designación de la designación de las plurinominales en el Instituto Electoral de Tabasco. Lo cierto es que no fue justo, bueno no para todos.

Aunque se habla de la designación de las mismas se llamada “jugada de distracción” para que sea el PVEM quien centre su atención en recuperar la diputación para Federico Madrazo y actúe el Verde como lo hizo en toda la campaña. Dejar sola y embarcada a Rosalinda, con compromisos que no fueron de ella, pero que hoy le caen el muerto por que era la estrella del momento.

Ahora el PVEM está más preocupado por la pluri que en impugnar la derrota que los ubica en un honroso tercer lugar. Digo honroso, por que Rosalinda hizo con el PVEM lo que nadie, lo dejó como tercer fuerza política. Dio pelea, pero no le alcanzaron las canicas para ganar.

En el caso de Martín Palacios, vergüenza debería tener éste dirigente. Que en plena campaña fue exhibido públicamente en completo estado de ebriedad, luego de provocar un accidente con un transmetropolitano. El líder del PT quería la curul solo por el fuero. Jamás lo vimos haciendo campaña con su candidato Miguel Vera. Al igual que Guillermo Torres de Movimiento Ciudadano. Estos si me dolería pagar de mis impuestos su salario por que no hagan ni aporten nada para Tabasco.

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