Empresarios del CCET sin vergüenzas
Florentino J. García Alcudia
florentino_alcudia69@hotmail.com
Es una pena, pero sobre todo, una lástima que el Consejo Coordinador Empresarial de Tabasco (CCET) mal dirigido por Gabriel Oropesa Varela, haya caído en lo más ruin y en lo más bajo, al tratar de llamar la atención colgándose de un asesinato el fin de semana pasado y pagar en prensa nacional un desplegado, dejando mal parado al gobierno estatal. Son doble cara, traicioneros y sin vergüenzas, me faltan palabras para calificar a un dizque órgano empresarial que fue secuestrado por unos pillos y vividores del dinero público, porque de empresarios no tienen ni una pizca. Desde que José Ventura Priego Madrigal llegó a la presidencia del CCET, que fue una gestión que pasó sin pena ni gloria, permitió que Samuel Mena Stadelmann asaltara este cargo, y lo peor que su delfín, Agustín Gustavo Rodríguez López ensuciara más a este otrora órgano cúpula y con la llegada de don Barbacha, Gabriel Oropesa Varela, enlodó, sepultó y acabó con este organismo. Este berrinche que trae Oropesa Varela junto a sus secuaces llámese Agustín de la Cruz Priego, Leonel Álvarez Cid, Pablo Ulises Jiménez López, por mencionar a algunos de estos mercenarios, es porque no han podido obtener recursos vía el Fideicomiso para el Fomento y Desarrollo de las Empresas del Estado de Tabasco (FIDEET), pero sobre todo, no han podido cooptar al secretario de Desarrollo Económico y Turismo, David Gustavo Rodríguez Rosario, quien ha venido realizando un trabajo transparente y de rendición de cuentas. Ni aún con su desplegado pagado a un medio de comunicación nacional, han podido, ahora, lo que debe hacer el Órgano Superior de Fiscalización del Estado (OSFE) es auditar los recursos que los organismos empresariales obtienen a través de este fideicomiso, porque son recursos públicos, de la misma manera debe solicitar el Instituto Tabasqueño de Transparencia y Acceso a la Información Pública (ITAIP) de oficio, el destino de esos recursos a las cámaras empresariales, que por cierto, deberían ser sujetos obligados, porque reciben dinero público, y la aplicación de estos no son del todo transparente, por lo que los verdaderos empresarios deben exigir al OSFE auditar ese recurso que baja a estos órganos y solicitar al ITAIP información sobre el destino y aplicación de este dinero. Estimado lector, lo que encontraría el OSFE y el ITAIP en estos trabajos es un verdadero cochinero y desviación de recursos, sin temor a equivocarme, a los bolsillos de estos empresariates que sólo han vivido de eso, del dinero público que obtienen de la SDET vía el FIDEET. Es una primera llamada que se le hace al OSFE y al ITAIP, porque tanto el CCET como los organismos empresariales que la integran están enlodadas y podridas de corrupción y malversación del dinero público que reciben. Sino al tiempo.
Ajuste al crecimiento en 2017
Cambiando de tema, el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados destacó que las expectativas sobre el crecimiento de México para 2017 se han ajustado al alza, como resultado de un panorama económico más alentador. En el estudio “Evolución y Perspectivas del Producto Interno Bruto”, resaltó que durante el segundo trimestre de 2017, la economía mexicana transitó bajo un entorno menos complicado, mientras que la mundial continuó creciendo a un ritmo moderado y con diferencias importantes en el desempeño de los países y regiones. En este periodo, el Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos elevó su dinamismo; y su actividad industrial. Por lo anterior, el nivel de las exportaciones de ese país mejoró. En lo doméstico, la demanda interna continuó su avance a un mayor ritmo; sin embargo, se observó una mayor dinámica en la demanda de bienes importados y de servicios nacionales pese a la pérdida de dinamismo de la demanda de bienes locales. Sin embargo, los ingresos de las empresas comerciales continuaron creciendo pero a un menor ritmo. En el documento, el CEFP precisó que la inversión se deterioró ante la contracción del sector de la construcción y el menor crecimiento de la transformación en maquinaria y equipo. Entre abril y junio de este año, la economía mexicana mantuvo su tendencia a crecer al presentar 30 incrementos consecutivos; el PIB tuvo un crecimiento real anual de 1.77 por ciento, aunque menor al observado en el mismo periodo de 2016 (2.60 por ciento), a lo estimado por el sector privado (1.86 por ciento) y a lo previsto por el INEGI (1.8 por ciento). No obstante, mantiene su ritmo ascendente.
