“Todas las acciones cumplidas
sin ostentación y sin testigos
me parecen más loables”.
Cicerón

Enrique Muñoz González

Este domingo 11, el gobernador Andrés Rafael Granier Melo, presentará su VI informe de actividades, y una vez cumplido el procedimiento protocolario marcado en la ley, se iniciará de manera formal la transición con el gobierno del cambio verdadero encabezado por Arturo Núñez Jiménez, para aspirar a mejores condiciones de desarrollo los próximos seis años.

A lo largo de este mandato, el químico Granier ha tenido que sortear muchos problemas, obstáculos que pusieron a prueba el temple de su carácter, logrando salir avante, aunque tal vez no haya alcanzado las metas en las formas como las había previsto, no obstante, este domingo podrá decir de frente a los tabasqueños, que ha cumplido.

Desde el principio se generaron diversos problemas y conflictos; en los primeros días del 2007, la entidad se vio afectada por una inundación atípica en la región de la Sierra, teniendo que afrontar esa situación; a los 66 días de la administración, sorprendió la acción del crimen organizado con el ataque al General Francisco Fernández Solís, entonces Secretario de Seguridad Pública, poniendo en alerta a toda la población por estos hechos.

Aquella mañana fue lo que marcó la diferencia entre los planes previsto en el mandato de Andrés Granier, para gobernar Tabasco, porque se supo estaba conviviendo con el enemigo, y estaban dispuestos a defender la plaza a costa de lo que fuera; el general Fernández Solís sobrevivió milagrosamente a una andanada de por lo menos 200 balazos.

Y si el tema del crimen organizado, los sicarios y la inseguridad fue impactante para los tabasqueños, en el inicio de este gobierno, la inundación de finales de octubre del mismo 2007, vino a poner las cosas más críticas, porque Tabasco se convirtió en tema de seguridad nacional, pues el Secretario de la Defensa Nacional, Guillermo Galván, quería evacuar a todo el estado, porque se temía un mayor peligro de seguir las intensas lluvias.

Estos dos aspectos se pudieron enfrentar con responsabilidad, aunado a lo complicado de sufrir inundaciones durante cinco años consecutivos, con pérdidas incuantificables en cada patrimonio familiar, más la infraestructura del estado, algo que difícilmente otra entidad pudiera vivir y salir con éxito, al igual los efectos de la crisis financiera mundial, y que decir del problema sanitario con el virus de la influenza.

Durante un mandato, el gobernador en turno imprime su sello personal para trabajar, el del químico Granier, era de estar junto al pueblo, por eso logró un triunfo abrumador en las urnas, y lo demostró con las inundaciones, aunque por razones de seguridad, tuvo que modificar el esquema de sus actividades, pues siempre le gustaba romper protocolos para acercarse a saludar a la gente en sus eventos.

La convivencia con el pueblo se tuvo que modificar, pero nunca olvidó de donde proviene su fortaleza, su preocupación por el bienestar de las familias, siempre ha estado por delante, de allí su férrea insistencia ante el gobierno federal para que se hicieran las obras hidráulicas necesarias que protejan a los tabasqueños; lo mismo de luchar para tener tarifas bajas en el consumo de energía eléctrica.

Las metas en materia de salud, de educación, de vivienda, de transporte, de seguridad, han sido logradas, no como se preveía, pero hay resultados; sin embargo hay claroscuros como en deportes que no se avanzó nada, por el contrario, hay un grave retroceso; lo mismo en cultura, apenas se pudo hacer un Festival Ceiba y del respaldo a otras manifestaciones no hay nada. Al igual que en Artesanías.

Este domingo sin regateos hay que escuchar el mensaje del gobernador Andrés Granier, quien termina su gestión contra viento y marea; los objetivos del Plan Estatal de Desarrollo han sido cubiertos, tal vez se pueda decir que si no ha sido por la inseguridad, la crisis económica, la influenza, y las inundaciones, otra sería la realidad del estado, sin embargo como el hubiera no existe, no son momentos de lamentaciones.

LA PIRAGUA

Algo que debe aclararse, muchos atribuyen que la alternancia que se dio en Tabasco en las elecciones del 1 de julio, fue porque la población no calificó bien el gobierno de Andrés Granier, sin embargo al margen de esa opinión, vale resaltar que al votar la gente por Arturo Núñez, fue por dos razones importantes: Porque se trata de un político con gran experiencia que Tabasco merece; y la segunda, porque el PRI no supo decidir bien a su candidato, y eso le otorgó mayor ventaja al PRD de poder ganar, a como sucedió.

Sin embargo, como el mismo Andrés Granier ha señalado, que sea la misma gente, al terminar su gestión, quienes hagan las valoraciones correspondientes en torno a su desempeño. Por ahora se debe revisar todo lo que se enfrentó para cumplir en la medida que se fueron superando los obstáculos, si hay los señalamientos deberían darse pero a los funcionarios que no estuvieron a la altura de la responsabilidad encomendada.

Por ahora debe generarse confianza en los tabasqueños, pues se avizoran mejores tiempos para los próximos seis años, de todos depende poder alcanzar las metas, aunque existan inconvenientes como los que se tuvieron en el actual sexenio.