El futuro cierto
Mucha especulación se ha dado a lo largo y ancho del territorio nacional y han empezado a circular las ideas de aquellos que ven su arribo a sus deseos presidenciales, casi por obligación. Pero eso en realidad está muy lejano. La historia de López Obrador nos dice otra cosa, tener valor, sensibilidad, arrojo, confianza en […]
7 de junio de 2023

Mucha especulación se ha dado a lo largo y ancho del territorio nacional y han empezado a circular las ideas de aquellos que ven su arribo a sus deseos presidenciales, casi por obligación. Pero eso en realidad está muy lejano. La historia de López Obrador nos dice otra cosa, tener valor, sensibilidad, arrojo, confianza en lo que se quiere y desea como una prioridad no sólo de ideología, también de vida, es impensable sobre todo para aquellos que no conocen del todo que Andrés ceda la historia a un grupo que no lo favorece.

Nadie le regaló nada, con valor y enjundia logró lo que se propuso, espantó a los más valientes, y se constituyó como un verdadero triunfador, de tal suerte que Peña Nieto se convirtió en un simple gobernante indeseado por muchas cosas, que de sólo pensarlas dan vergüenza.

Sin hablar de virtudes y grandezas, López Obrador superó con valor y entereza una y mil vicisitudes. Ante la adversidad, mostró entereza, ante la ofensa, mostró paciencia y resignación. Ante escoyos, mostró fortaleza, y ante el triunfo de sus adversarios mostró valor.

De eso se hacen los hombres, muchos lo repudiaron, atacaron, acusaron y se burlaron de manera sistemática. Ellos, los burladores, hoy descansan en el ostracismo, y AMLO el “malo y perverso”, goza de cabal salud, entereza, simpatía y una risa burlona que le ha de doler hasta el infinito a aquellos que lo menospreciaron.

No hay mucho de dónde elegir, Marcelo, sin duda un empleado de AMLO, traidor en varias ocasiones, no podrá exigir de aquello que carece. Pues al igual que Camacho, su último “redentor”, pretende asustar con el petate del muerto, amagando con declaraciones que cambiarán, “seguramente”, la historia del evangelio, nada más lejano que esa falta de ética y de valor.

En Tabasco nos toca decidir por aquellos que conocemos. Adán, sin mayores complicaciones, forjó su actividad política por encima de aquellos que no tuvieron relevancia por mediocres. Terminó su carrera, hizo estudios superiores en Europa, trabajó en diversos gobiernos sin mayores alabanzas y pretensiones y logró, en un programa de radio, asegurar el triunfo de un candidato a gobernador en un debate público que mereció el aplauso de los tabasqueños. Aún ahora no lo presume, pues el que fue gobernador, hoy deambula en el olvido de amigos que se dedicaron a la milonga, le mentó la madre al Presidente de México en estado de ebriedad, por internet por supuesto, y aún así ni se acuerda, ni falta que hace.

Mientras unos se dedicaban al alcohol, Adán formó una familia propia, y como esposa a Dea Isabel Estrada, profesionista, de excelente familia, de magnífico porte, de agradable estilo y serio carácter, además de extraordinaria presencia y ha luchado por los suyos, por encima de todas las cosas. Tres hijos de brillante presencia y Adán en esas condiciones, tuvo todo para triunfar. Y así ha sido, nada le regalaron, a diferencia de los amigos que hoy pretender ser los grandes electores. Adán ha hecho lo que la lealtad le señaló. No seas diputado, ta bien; deja el Senado, ahí ta; no seas presidente municipal, ahí ta; vete de gobernador, ahí ta; deja ahí y sé secretario de Gobernación, ahí ta. Y así podemos estar en constantes ejemplos de un hombre que por encima de privilegios, está muy, pero muy cerca del presidente de México, seguro como se dice, el único que sin ambiciones ni torturas mentales le sirve al Presidente de México, en una sola limpia y transparente conducta.

Estamos en espera de qué lado la balanza de la justicia se inclina, y por supuesto, no hay ninguna duda.

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