Egipcios desafían ‘decretazo’ de Mursi
La oposición congrega en el corazón de las revueltas que derrocaron a Mubarak a decenas de miles de personas airadas con el presidente El Cairo Agencias La reunión entre Mohamed Mursi y los jueces concluyó la noche del martes sin avances. La obstinación del presidente egipcio por mantener un ‘decretazo’ que sitúa sus resoluciones y […]
28 de noviembre de 2012

La oposición congrega en el corazón de las revueltas que derrocaron a Mubarak a decenas de miles de personas airadas con el presidente

El Cairo
Agencias
La reunión entre Mohamed Mursi y los jueces concluyó la noche del martes sin avances. La obstinación del presidente egipcio por mantener un ‘decretazo’ que sitúa sus resoluciones y las de la Asamblea Constituyente por encima de la ley animó ayermartes las marchas que se dirigieron hacia la céntrica plaza cairota de Tahrir, el que fuera corazón de las revueltas que derrocaron a Hosni Mubarak.
A última hora de ayer, el portavoz presidencial YaserAli precisó que, aunque Mursi mantenía la declaración constitucional y descartaba cualquier modificación, limitaba su inmunidad judicial a los «asuntos soberanos», un término muy vago del que, según algunos expertos, quedarían excluidas la Asamblea Constituyente y la Shura (Cámara Alta). Ambos órganos no podrían ser disueltos por unos tribunales que examinan actualmente su legalidad.
Sin embargo, miembros del Consejo General del Poder Judicial con los que conversó ayer Mursi subrayaron que la crisis no ha terminado ante la negativa a recular de la Presidencia. Así, el juez y jefe adjunto del Tribunal de Casación Ahmed Abdelrramán precisó al diario independiente egipcio ‘Al Masri al Yum’ que el ‘impasse’ no ha sido resuelto. El próximo 4 de noviembre la Corte Administrativa estudiará la legalidad de la declaración constitucional de Mursi.

Declaración ‘fascista’

Entretanto, la oposición de liberales e izquierdistas insiste en que las protestas no cesarán hasta que Mursi dé marcha atrás y retire una declaración «fascista» que le convierte en un «nuevo faraón».
Uno de sus líderes, el ex candidato presidencial naseristaHamdiSabahi, insiste en que las manifestaciones en Tahrir continuarán hasta que «la declaración sea derribada». «Egipto no aceptará un nuevo dictador, porque ya derribó al anterior», agregó Sabahi, que quedó tercero en los comicios presidenciales de mayo.
En Tahrir, la liturgia contestataria comenzó a mediodía cuando decenas de miles de almas convocadas para ‘una manifestación del millón’ por los opositores- fueron llegando al perímetro revolucionario.
Participaron en la protesta el Premio Nobel de la paz Mohamed el Baradei y el ex parlamentario liberal AmrHamzawi, entre otros detractores de Mursi. Entre sus peticiones, además de la retirada del decreto, figura la remodelación de una Asamblea Constituyente dominada por los islamistas para que sea más representativa.
El grito también se ha extendido por el sur y norte del país al grito de «Abajo el régimen del guía de la Hermandad» (líder de la cofradía) o «quítenle la barba [a Mursi] y encontrarán debajo la cara de Mubarak», y lemas de la revolución como «Pan, libertad y justicia social» o «Vete, vete».

Anoche, los salafistas (rigoristas musulmanes) y los Hermanos Musulmanes –la poderosa organización islamista a la que pertenece el presidente egipcio- canceló su marcha de apoyo al ‘rais’ en El Cairo para evitar «el derramamiento de sangre», pero, según su portavoz, MahmudGhuzlan, la convocatoria se mantiene en el resto del país. El pasado domingo un adolescente miembro de la Hermandad murió en unos choques en la ciudad norteña de Damanhur.

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