El buen comienzo como gobernador de Adán Augusto López Hernández da esperanza a los tabasqueños que aspiran a salir de las improvisaciones gubernamentales que han sumido a nuestro estado en la incertidumbre. La inseguridad, el desempleo y la corrupción ha sido el común denominador y la queja ciudadana recurrente en los últimos años.

El camino no es fácil, levantar un estado en ruinas no es ni será cuestión de un sexenio. Mucho a sido el mal hecho en 30 años de conflictos en donde se ha deteriorado, de manera grave, el contexto político y social de nuestra atrasada región.

Rumbo Nuevo un periódico hecho por periodistas desde su fundación en que han participado los intelectuales y políticos mas sobresalientes desde la segunda mitad del siglo XX, ha guardado siempre la institucionalidad a favor de la sociedad tabasqueña. Hoy, con Adán Augusto, se presenta una nueva oportunidad de poder recomponer el camino hacia un futuro mejor que todos deseamos.

Sabemos que no es perfecto, nadie lo es, pero tenemos la total convicción que hará lo mejor a favor de su estado, tiene las cualidades y los atributos; el deseo y la justificación moral, pues con una familia joven, sabemos que dará el y su esposa el mejor esfuerzo para dejarle a sus hijos un estado mucho más limpio de cómo lo encontraron.

Parte de su gabinete es de lujo, otra parte en la medianía de su experiencia y lo mas importante, un pequeño grupo de los que seguramente poco o nada saben, pero en su conjunto, todos, debemos de poner nuestro mejor esfuerzo. gobierno y sociedad deben de marchar de manera paralela y no perder esta oportunidad de tener un presidente tabasqueño que siempre, su bandera desde muy joven que AMLO ha portado, es su enorme amor a Tabasco, sin distingo de clases, situación económica político o social y por supuesto sin marcar diferencias entre religión e ideologías partidistas.

Los astros están alineados a nuestro favor. No perdamos este gran momento. El tiempo es más rápido que la luz, y en la política es solo un soplo de vida. No hay que dejar para mañana lo que podemos hacer hoy. Ojalá no cometamos los mismos errores del pasado. Esos ya quedaron marcados en el descredito de la historia. La unidad, hace la fuerza