Quizá no todos hayan tratado a Adán Augusto López Hernández, hoy convertido en flamante gobernador, y seguro quienes han tenido la oportunidad de conocerlo con mucha antelación sabrán de sus debilidades banales y cotidianas que más que enemigos, le han granjeado siempre un cúmulo de amigos.

Sus primeras pasiones, sus grupos de amigos; el ser una guía Michelin andante, pues si de comer se trata, se conoce los mejores lugares para degustar una extraordinaria vianda en lugares inimaginables. No tiene empacho y restricción alguna para llegar a la casa de un amigo y degustar un rico taco acompañado de un sorbo de vino principalmente de Casa Madero, Monte Xanic, o algo de la Toscana o la Rivera del Duero o bien un sorbo de algún cabernet chileno, hasta una rica horchata, un pozol frío o un agua de chía jalapaneca.

Su segunda pasión, ya matrimoniado, su familia; su esposa, sus hijos que a como todo padre de familia responsable, le apasiona el tema y su comportamiento siempre fiel a este concepto. Y por supuesto como profesional del derecho, la política lo transformó en una actitud definitiva en su comportamiento humano y es ahora, pues, uno de los gobernadores más reconocidos del país.

La mayoría de los propietarios de medios de difusión tienen una cercana relación de amistad y de respeto, en diversas ocasiones estos se han reunido con el gobernador para platicar sobre la situación del estado y su postura pública de respeto y trato, sobre todo entendiendo que los medios de difusión son parte coyuntural en la actividad política del país.

Y la gran pasión, de su vida como ser humano, es la lealtad. No se presta a engaños, maldades, dobles caras y mentiras, de ahí que tratar de amarrar navajas es simplemente perder el tiempo. A López Hernández, quienes tenemos tiempo en el oficio, lo conocemos como es y no como pretenden malquerientes que sea.

Y redondea el comentario la mala intensión que se muestra en contra de los hermanos Sibilla Oropesa que siempre, desde la conducta de su padre el licenciado Jesús Antonio Sibilla Zurita, ha sido impecable y llena de cabalidad. Pierden también el tiempo mal tratando de utilizar a los profesionales más alejados de la mezquindad, para crear problemas de credibilidad y que conste, las redes sociales son una parte importante de nuestras libertades, pero las mentiras, las diatribas y las infamias, están fuera de lugar, no son parte de la seriedad que se debe de manejar en redes. Y no está de más mencionarlo al calce.