Recién iniciamos el quinto mes de gobierno y como no hay quinto malo, es importante compromiso de varias obras monumentales a nivel nacional comentar lo que de manera cotidiana refuerza el gobernador como compromisos ineludibles y de los que ha pedido paciencia, pues tiene como prioridad cumplir todo aquellos decires recurrentes y que son base de su plataforma de campaña y de gobierno.

No es fácil, los decimos de manera constante, que en tan poco tiempo se resuelva todo lo que por años no se ha hecho, pero mientras exista la voluntad de cumplir, estamos en el camino correcto, sin contar los imprevistos, la falta de recursos, lo planeado fuera de tiempo, o simplemente las deficiencias en su cuerpo de colaboradores que sin oficio muchos de ellos pueden sumar solo cuentas alegres de dudosa credibilidad.

Para el gobernador López Hernández su mayor reto a enfrentar es el tiempo. Sus buenos oficios aprendidos en el ejercicio público y su buena fama como un hombre honrado, que le gusta la transparencia, la austeridad republicana, ser cuidadoso en su manera de expresarse, por aquello de los compromisos que le graben, le darán el sustento necesario para cumplir ese plan de la Cuarta Transformación que pretende cambiar la historia de México en muy poco tiempo.

Nos preocupa la inseguridad, la economía, la generación de empleos, la educación. La integración de Tabasco y su sociedad a la productividad. Resolver el problema del transporte, único estado que no tiene taxis, todos peseros, colectivos, pochimóviles, taxis piratas y camiones quemados misteriosamente, siendo esta importante área un nido de corrupción aún sin resolver.

El gobernador, ha comentado en no pocas ocasiones, en público y en privado, que no se prestará a actos de flojera, incapacidad y corrupción. Que se evaluará no solos los programas, sino a aquellos que tienen la responsabilidad de ejecutarlos, y que se tiene la responsabilidad de cumplir. De ahí que deben de poner sus barbas a remojar aquellos que hoy están disfrutando “vacaciones”. López Hernández, la opinión pública, los sectores sociales, los medios, están observando con la paciencia señalada por el mandatario, los resultados que en un tiempo válido se dé. De lo contrario pronto se habrán de generar cambios. Con el presidente y con el gobernador no hay juegos, se esperan resultados. Ya nos desgraciaron a los tabasqueños Núñez y su pandilla. Esperamos un Nuevo Tabasco sin ladrones. Todos lo deseamos.