De las últimas tres novedades en la política tabasqueña, es Gerardo Gaudiano el más joven. Nada que por la edad nos deba de quitar el sueño. A esa edad ya habían muerto Alejandro Magno, Jesús de Nazaret y Evita Perón, por mencionar algunos inmortales de la historia universal y de la historia choca ya Gustavo Rosario había sido presidente municipal de Centro, Manuel Andrade gobernador de Tabasco y con cinco años menos de edad, David Gustavo Gutiérrez ejercía de gobernador de Quintana Roo.

Nada nuevo bajo el sol, ni un acto heroico lograrlo, sí difícil, porque en la vida nadie te regala nada y hay que luchar para conseguir lo que anhelas. Gaudiano, con todas las expectativas en contra, se impuso después de una agotadora contienda política a todos los suspirantes, que no fueron pocos ni fáciles de vencer. Pese al éxito, su inicio como alcalde de la ciudad fue de un lento soporífero. La diferencia con su antecesor, que sabe mucho por viejo y más por diablo, dinamizó de manera extraordinaria el Ayuntamiento de Centro en tan sólo cinco meses e hizo ver el inicio de gobierno aletargado y causó preocupación a todos los que lo queremos bien al joven presidente municipal.

Todos esperamos lo mejor de él: “joven, bello, y con dinero”, recién casado, merece lo mejor. Está en la antesala de buscar la gubernatura, nadie se lo impide, aunque el tiempo es corto, solo se lo impediría políticamente tener un trabajo desalentador en esta oportunidad en Centro. Aquí radican la mayoría de los votantes, solo una excelente labor podría colocarlo entre los aspirantes importantes para el próximo año.

Pero es imprescindible señalarlo: tiene un gabinete improvisado, de dudosa capacidad, no por malos, sino por inexpertos. Muchos de ellos, por primera vez trabajan en su vida. Serán el factor del triunfo o la derrota, de otra manera, tendrá que duplicar su esfuerzo. Lo que no hagan los inútiles, lo tendrá que hacer él y eso es más que desgastante.

Veremos entonces y seremos testigos de lo que hará en los próximos 15 meses y de ese proyecto económico que ha dado a conocer en diversos foros. Es el centro de todo en este momento. Amigos y enemigos, querientes y malquerientes estarán pendientes de su trabajo. Tiene todo. No se puede quejar y no se puede dar el lujo de fracasar.

Transcribimos en las páginas de Rumbo Nuevo esos compromisos, como testigos mudos de nuestra historia futura.