Se dio el tercer informe de gobierno, ahora con esa responsabilidad en la persona de Carlos Manuel Merino Campos y poco nuevo que escribir a casa, dado que el nuevo responsable de los destinos de Tabasco es parte importante en la vida política del secretario de Gobernación y del propio presidente de México, a quien ha servido en diversas etapas de su vida política, la última, de súper delegado en Tabasco.
Es relevante señalar que tres de los principales colaboradores de AMLO estuvieron presentes en este evento, sobre todo la de los tabasqueños, Javier May, cabeza de la Secretaría de Bienestar, responsable de los programas que recientemente puso como ejemplo el presidente en un foro mundial de gran relevancia como lo es el Consejo de Seguridad de la ONU y el director de la empresa más importante de México, Pemex, Octavio Romero Oropeza, quien junto con Rocío Nahle, secretaria del sector, encabezan un verdadero esfuerzo en favor de las tareas que les designó el Ejecutivo federal para beneficios de todos los tabasqueños.
Sí, es cierto, que no todos están en la misma frecuencia, algunos tabasqueños criticaron el informe, otros por diversas razones políticas o de diversos partidos al gobernante, en estos momentos no conjugan similares esfuerzos, es importante recalcar, insistir y volver a precisar, que es la primera vez en la historia de Tabasco que un proyecto de tal magnitud se da gracias al actual gobierno, esperemos unidos se consolide.
Miembros de diversos partidos de esta legislatura tuvieron la oportunidad, sin cortapisas, de expresar su sentir. Los de oposición, sus versiones diversas de que un partido como Morena gobierne México, pero tendrán que entender que democráticamente ya tuvieron su oportunidad, teniendo cosas buenas y, seguro, muchas malas, ahora les toca a los otros, a los que nunca pensaron que ganaran por la mayoría más abrumadora en la historia electoral en nuestro país. Sin duda es válido que sigan defendiendo su posición, pero cuidado, defendamos el México que todos queremos, el Tabasco que anhelamos, el que queremos, y por qué no, el que merecemos, pero los enemigos oscuros, llenos de rencor y odio que promueven el caos y la lujuria política, poco favor nos hacen. Hay que hacer lo necesario, decir lo que se tenga que decir, pero buscando unidos el bien común, el resto es politiquería y mala fe.
