En tiempos políticos álgidos en el calor de Tabasco, no hay reposo para la crítica. Los demonios de la sucesión andan sueltos y de nueva cuenta por cinco sexenios consecutivos: todos contra todos. Políticos contra políticos, periodistas contra periodistas, partidos contra partidos, grupos contra grupos, IP contra IP, comunicadores contra comunicadores, transportistas contra transportistas, funcionarios contra funcionarios (al que se mueve, le dan) y lo más grave, amigos contra amigos y ¿todo por qué? Simple y llanamente, por el proceso electoral del 18.

Poco a casi nadie piensa en Tabasco y su futuro. Ni en su juventud, ni en su familia. Seguimos siendo tribus. Estuvo el presidente del PAN, Ricardo Anaya y dada su inteligencia y capacidad, nos sorprendió no escuchar un llamado de integración, de trabajo y de crecimiento futuro, para un partido prácticamente inexistente en nuestro estado. Aprovechó, como cualquier político imberbe, a denostar a López Obrador de Morena, al PRI y al PRD, cuando el PAN es un partido sin fuerza, por debajo inclusive del Verde Ecologista, en liderazgo y militancia. Más que crítica nacional a otros, le faltó modestia por no saber, lo dijimos, que a su partido le hace falta un liderazgo, como lo puede él representar plenamente sin posturas lamentablemente egocéntricas.

Ahora, ante la crisis ya conocida por todos los mexicanos, con sus causas y posibles efectos, estamos más que nunca en la antesala de un futuro incierto. El gobernador de Tabasco hizo un llamado a la unidad entre representantes federales de todos los partidos, para hacer un frente común y gestionar no se reduzca, no solo nuestro presupuesto, también el de la región que se ha visto afectado por el desempleo y la crisis petrolera. Debemos por lo tanto hacer lo necesario, que al menos por intereses comunes de esta naturaleza, luchemos como uno solo.

Lo atinado es que el gobernador Núñez se sigue destacando por su respeto a la libre expresión de las ideas, aunque algunos no la practiquen, o la practiquen a su manera, pero lo más importante pese a la crisis, sigue promoviendo la idea que: “…Invertir en la gente siempre será mucho mejor que invertir en las cosas” y esa es la escancia del desarrollo social igualitario. Difícil de lograr, pero la intención ahí está.

Ojalá su equipo de trabajo crezca hacia el final de su gestión.