Lo malísimo
Los yerros presidenciales destacables a últimas fechas, han puesto al PRI en la antesala de la derrota para dentro de dos años, o sea pasado mañana. El fracaso estrepitoso en las reformas energéticas, fiscales y de educación, aunado al escándalo internacional por la visita acordada en lo oscurito de Trump, coloca a nuestro país al filo de las relaciones peligrosas con nuestro poderoso vecino. Gane quien gane, los ahora candidatos se siente engañados y burlados por el presidente Peña. El despido ignominioso de Videgaray y su otrora poderoso equipo, no borra el hecho que el servicio exterior mexicano, ni enterado estuvo de esta decisión tomada en la casa presidencial.
Lo menos malo
El multifacético político Meade Kuribreña regresa a la Secretaría de Hacienda, quizá, ¿quién lo sabe?, a ser el punto importante de transición del poder para un PAN fortalecido por esta debacle política, recordando que este funcionario estuvo con el presidente Calderón los seis años de su gobierno y los seis del mexiquense Peña Nieto, dejando la preocupación de lo que ahora pulula en los pasillos del Congreso de la Unión sobre el mal manejo de los pasivos y el ocultamiento de la información por parte de Hacienda a las Cámaras y por supuesto, el recorte al gasto del año 2017 que pese a que se dijo no afectará a los estados, se piensa que sí y en forma grave.
Lo malo
Todos critican al presidente. Hoy más solo que nunca, en su propio gabinete nadan de muertito y voltean la cara hacia otro lado y sus mal querientes internos y externos; Morena con una beligerancia extrema y miembros del yunque como ala radical del PAN, extreman las versiones de un crack institucional que pone en riego la República. Nada más grave que estas versiones.
Si bien es cierto que al estilo del Chavo del 8, son una tras otras las equivocaciones, con un gabinete lleno de fracasos y hasta hace cuatro días defendido a capa y espada por el presidente, llegó el momento de que corre el peligro de riesgos mayores para un futuro inmediato, la estabilidad política del presidente y su equipo. Perdona todo y la situación convulsionada de Latinoamérica lo coloca como un perdedor político de futuro incierto.
Núñez dice algo de los buenos
Voces prudentes que llaman a la calma también se han escuchado. Sobresale la del gobernador Arturo Núñez que de manera insistente y precisa señala que cambios y problemas en el ejercicio del poder, no deben de poner en riego a las instituciones. México está por encima de yerros y equivocaciones de personas. Debemos de mantener la integración y seriedad institucional. No es ni será cosa nueva en México. Juárez lo hizo en circunstancias adversas. De ahí que opiniones como la del gobernador de Tabasco, de un partido contrario al del poder federal, busquen la fortaleza de las fuerzas políticas dispersas, para que unidos, podamos superar cualquier coyuntura que pueda dañar nuestra Nación.
