La lucha por la sucesión presidencial está en camino. Todos los partidos velan sus armas, cambian dirigentes y modifican posturas. El inicio previo de la contienda en los Estados Unidos, es determinante para el futuro inmediato de nuestro país. Somos el vecino incómodo nada más ni nada menos que del país más poderoso del mundo y nuestro destino estará marcado si llega una americana preparada difícil y ruda, pero inteligente como Hillary Clinton o una persona con serios problemas de personalidad y desvaríos mentales como el señor Donald Trump.

El PRI se tambalea, la institución presidencial severamente golpeada. El análisis mediático de Manlio Fabio sobre los gobiernos corruptos del partido y las fallas estructurales en las reformas: política, energética, fiscal y de educación, han anticipado ya una derrota del institucional: “no sería sorpresa que llegue Obrador”, dice lapidario Beltrones.

El PAN señala a AMLO como violento y mentiroso y fija preferencias iniciales por Margarita Zavala, sin que sea necesariamente definitivo, pero, reta el joven presidente panista Ricardo Anaya a un debate al líder nacional de Morena, que difícilmente lo acepte el tabasqueño pues este joven, que tiene futuro presidencial, le dio en debate una felpa a Basave y Beltrones, que le da una clara idea a López Obrador lo que le espera, es el panista, extremadamente talentoso.

Lo más trascendental para Tabasco, es sin duda el nuevo Consejo Consultivo del PRD, que inteligentemente convocó Alejandra Barrales para un primer paso de integración entre tribus históricas de ese partido, que si no llegan a un consenso de trabajo, serían dejados atrás por Morena, que se consolidó en la Ciudad de México muy por encima de ellos.

De los miembros de este consejo, gobernadores ellos, solo uno no tiene aspiraciones presidenciales, dos se han destapado en sus intenciones, uno afiliado y el otro no y el gobernador de reciente ingreso, Aureoles, no ha dicho esta boca es mía, pero está comenzando y con muchos problemas.

Destaca la presencia luego entonces de Arturo Núñez Jiménez, que como ha mencionado Rumbo Nuevo en otras ocasiones, tiene ya un liderazgo reconocido a nivel nacional. Ha sido la voz de la prudencia y de la unidad y su arbitraje en diferentes momentos tensos de ese partido, ha traído la calma, la prudencia, y la tolerancia.

Su trabajo de concertación le ha permitido ser distinguido y reconocido por todos los colores políticos y sobre todo, y como él dice, “sin apapachos”, y agregamos nosotros, sin devanarse la ropa. El gobierno federal tiene ahora una relación distinguida, tersa e importante con nuestro mandatario y eso fortalece a Tabasco en el ámbito nacional.

Con algunos liderazgos nacionales que hemos consultados, destaca el cabildeo del mandatario tabasqueño entra las partes en busca de la integración política e intelectual. Nos decía un perredista destacado: “Arturo es sin duda un excelente negociador, con una experiencia y preparación extraordinaria”, pero, y agrega “el que lo respeten todos los liderazgos importantes en este país, le da la fortaleza y la credibilidad necesaria para llevar a buen término las mejores causas”. Su presencia afirma: “le da calma, tranquilidad y futuro a nuestro partido”.

Su liderazgo en la cúspide… al tiempo.