No hay plazo que no se cumpla, se inició el nuevo proceso electoral en Tabasco encabezado por la candidata de Morena a la presidencia de la República Claudia Sheinbaum, en la tierra natal de López Obrador, evento que seguramente sigue dando de qué hablar y como en los tendidos taurinos, dejó comentarios en torno a los múltiples participantes.
Por supuesto nada malo que escribir a casa, destacándose comentarios no bien intencionados en favor y en contra del candidato Javier May, que sin problema alguno, en su última semana en reuniones privadas con las fuerzas vivas tabasqueñas, empresarios, funcionarios, militantes de diversos partidos tabasqueños alineados o no, conocieron de viva voz las inquietudes y planes futuros para fortalecer nuestro Estado de resultar ganador de este proceso.
Por supuesto no fue miel sobre hojuelas, pues se destaca la falta de terminación y calidad en obras y la necesidad de fortalecer las relaciones políticas, de grupos y de partidos, sobre todo, que el éxito de Morena fue arrasador en triunfos, sin haber siempre consenso en acuerdos comunes y aun así “este niño” nació en Tabasco, por líderes tabasqueños, como López Obrador, que requieren más de 40 años de trabajo político en base a movimientos sociales, que le permitieron ocupar la Presidencia de México. Se dice fácil y se desacredita cualquier esfuerzo aún más fácil y con una ligereza moral, que espanta al mismo satanás, por la falta de respeto para aquellos que pusieron gran parte de su vida en el esfuerzo.
May no es la excepción, muchos como el de varias partes de nuestro estado, inician una nueva etapa en la búsqueda del poder público. Seguro, muchos no lo entienden, es parte de la evolución de cualquier sociedad en los últimos dos mil años. No hay que espantarse, ni preocuparse, hay varios partidos con diferentes puntos de vista y la capacidad de discernir sobre el futuro de nuestra sociedad en nuestro camino al próximo milenio.
Por lo que hemos podido ver, y escuchar, la única grandeza que se requiere para llegar y avanzar hacia el final del camino, son la honradez, la verdad y el coraje moral, pesará no escuchar las voces inteligentes y solo aquellas que más peligro llevan desde el centro de la ignorancia e ingratitud en que se difunden y no alcanzan a ver entre lo bueno, lo malo y lo que aún, no existe.
Disfrutemos este periodo electoral. Unidos, seguro que es mejor que separados. Tengamos la tranquilidad de avanzar y trabajar coma Dios manda, y en favor de nuestra sociedad, que lo piensen, May aquí al igual que muchos tabasqueños, son huesos duros de roer, sin chismes y bonhomía, estaremos viendo en breve la otra orilla, para disfruta de un México y un Tabasco Mejor.