Editorial: Ejercer nuestro derecho
El proceso electoral intermedio ha transcurrido con relativa calma, sobre todo por una posición de respeto que ha guardado el gobernador del estado, pese a las provocaciones cotidianas de algunos participantes que desean justificar sus altibajos con acusaciones sin fundamento, provocación que ha pasado sin éxito y destacar por supuesto, la limpia actuación de las […]
20 de mayo de 2021

El proceso electoral intermedio ha transcurrido con relativa calma, sobre todo por una posición de respeto que ha guardado el gobernador del estado, pese a las provocaciones cotidianas de algunos participantes que desean justificar sus altibajos con acusaciones sin fundamento, provocación que ha pasado sin éxito y destacar por supuesto, la limpia actuación de las autoridades electorales, que han trabajado de manera seria y profesional.

Lo más destacado en la historia reciente del México posrevolucionario y ejemplo claro de su camino democrático han mantenido su liderazgo en el ámbito político de Latino-América, hasta ahora, es el cambio de poderes cada tres y seis años de manera puntual, destacándose inclusive, la alternancia partidista impensable hace algunos años y una realidad ahora y gracias todo esto, al ejercicio libre, soberano y secreto del VOTO, así con mayúsculas.

Los ciudadanos tenemos la obligación de sostener y enriquecer este ejercicio. Sin duda es difícil ante una marea enorme de candidatos, escoger quién pueda ser mejor para el futuro de nuestra sociedad, pero no es difícil votar, el simple hecho de marcar una boleta nos garantiza nuestra participación y nuestras libertades.

La limpieza moral de nuestra administración actual no deja lugar a dudas. No se ha perseguido a nadie, aunque exista presión política de grupos, para ejercer alguna acción jurídica al respecto ya que al menos en las últimas cinco administraciones de sexenios, la actuación gubernamental pública en los diversos poderes del estado, han sido cuestionadas, pese a la juventud, edad o capacidad, la decepción ha permeado, pues la escaza moral se ha manifestado de manera clara. Lo lamentable: los malos gobernantes que a juicio público hemos tenido, no guardan un signo de respeto ni agradecimiento para nadie, al contrario de esconder la cara de vergüenza, avanzan como si nada hubiese sucedido, de manera facciosa e inmoral.

Pero el quid del problema es simple: los ciudadanos debemos votar, no dejar pasar la oportunidad de escoger a las personas que consideremos las más adecuadas. En nuestra entidad casi 2 mil personas buscan servir a los tabasqueños y estamos convencidos que la mayoría son ciudadanos de bien. No dejemos que otros decidan por nosotros y lo mejor; hay muchos y bien posicionados jóvenes candidatos de todos los partidos que bien pueden servir con una nueva mentalidad.

Hay que recordar: “LA POLITICA ES EL CAMINO PARA QUE LOS HOMBRES SIN PRINCIPIOS PUEDAN DIRIGIR A LOS HOMBRES SIN MEMORIA”… pensamiento del filósofo francés Voltaire, que los tabasqueños debemos de releer de manera cotidiana, pues esta es tristemente, nuestra historia pasada reciente.

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