Editorial: Debemos ser mejores
Informó el ex rector de nuestra máxima casa de Estudio, la UJAT (Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, para los que nos leen en otras latitudes), que solo le quedaron deudas por 80 millones de pesos, lo que nos muestra su pobreza de espíritu, de moral pública, de dignidad, de respeto, de profesionalismo y sobre todo, […]
24 de enero de 2020

Informó el ex rector de nuestra máxima casa de Estudio, la UJAT (Universidad Juárez Autónoma de Tabasco, para los que nos leen en otras latitudes), que solo le quedaron deudas por 80 millones de pesos, lo que nos muestra su pobreza de espíritu, de moral pública, de dignidad, de respeto, de profesionalismo y sobre todo, de honradez.

José Manuel Piña Gutiérrez, quedó a deber mucho más que dinero. Debe un ejemplo de Estudio en la Duda, Acción en la Fe. Dejó por los suelos principios éticos que no solo rigen la enseñanza, también guían el futuro de jóvenes que serán y son el futuro de la sociedad, el futuro de México, el futuro de Tabasco. Es y será un mal ejemplo a seguir, un mal que llena de vergüenza siquiera mencionarlo, escribirlo, bueno pues, hasta pensarlo.

Un comportamiento deleznable por 8 años, lleno de mentiras, de atracos, de inmensas propiedades con instalaciones millonarias, que sirvieron para las investigaciones universitarias, pero construida en su rancho. Las mentiras cotidianas, sobre todo de cada fin de año, de la falta de dinero, con la falacia que “se debían aportaciones” a la universidad por parte del gobierno del estado y federal y se ha comprobado, que si bien aumentan los gastos al aumentar la matrícula, tal faltante millonario nunca ha existido. Recurrió al chantaje público de manera infame.

No debe millones; debe a los tabasqueños el no ser un buen ciudadano, un buen rector, un hombre digno de quien presumir. Debe no haber dejado un legado de educación superior institucionalizado, que sea orgullo de propios y extraños. Debe pues, más de lo que podrá pagar en mil años de vida.

Guillermo Narváez representa no al actual gobierno. Debe de representar, como un alumno egresado de la UJAT con honores y dignidad profesional, a una casa de estudios sedienta de alcanzar niveles superiores de capacidad, estudio, dignidad y honradez, No la de castigar a los malos, esos ya perdieron, no hay porqué seguir ensuciado la universidad, hay que rescatarla y dignificarla.

16 años de rectorías cuestionadas, 12 años de gobierno en el escándalo. Es tiempo de salir adelante. Tenemos un gobernador con otra visión de Estado, apoyarlo sería un camino adecuado para un futuro mejor y los del pasado, que se queden en el pasado, sumidos en la mala fama pública que han cosechado en el ejercicio político. Hay que ver para adelante, para atrás ni para agarrar impulso. Ojalá podamos.

Compartir: