Es cotidiano que señalemos las libertades que estamos viviendo en Tabasco. Los medios y liderazgos de opinión no han sido coartados en el ejercicio de la misma y la crítica ha fluido de manera espontánea, libre y sin cortapisas, inclusive, con un importante exceso, muchas veces por encima de la moral, y de las buenas costumbres. Y es bueno afirmar que, pese al abuso de nuestras libertades, no ha existido represión por parte de las autoridades y no ha sido signada en ningún medio conocido.

El gobernador Núñez, de nueva cuenta, lo ha hecho con autoridad en diversos medios, habló claro y preciso de los problemas que atraviesa su gobierno. De los logros no alcanzados. De las metas insatisfechas que aquejan a su administración, sin dejar nada pendiente en un ejercicio de autocrítica que le da valor a su gestión. No esconde la verdad, no le espanta la crítica, ni rehúye su responsabilidad de gobernar.

No es ni será un gobierno perfecto. No existe tal, es una administración como muchas otras, con cosas buenas, malas, feas, y regulares, con la diferencia en que en este periodo de gobierno, se tiene el valor para aceptarlas, y sobresale por supuesto, el esfuerzo para darle a la relación sociedad-gobierno, un renovado impulso, perdido a través de los años y de manera letal para nuestro crecimiento.

La crítica será necesaria y la autocrítica aún más. El programa de ayer De Frente que dirige el comunicólogo Emmanuel Sibilla, nos deja la impresión de que se seguirá luchando hasta el final del sexenio. Que por más problemas que existan, también existirán caminos de acuerdo, unión y solución a nuestras diferencias. Ningún gobierno puede hacer todo en solitario, se requiere el apoyo de los tabasqueños por encima de ideologías y cuestiones partidistas.

No todos lo percibimos así, pero en la casi víspera de los inicios de la contienda electoral para el 2018, debemos prepararnos para elegir el candidato de nuestra preferencia. Núñez no lo tiene, así lo demostró en la contienda pasada, y esa libertad de dirimir nuestras diferencias a través del voto. Nos enriquecerá como ciudadanos más libres cada día.

Lamentable que dejemos pasar esta oportunidad y nos sigan superando los deseos grupales de conflictos. Nosotros esperamos lo mejor: ¿y ustedes? Les recuerdo que, del cuarto año de gobierno, nos quedan apenas 130 días para entrar a un nuevo año. Trabajemos, cada quien, desde su trinchera, sin dejar de ejercer nuestras libertades, para causas mejores.