Por supuesto que no es un improvisado en cuestiones políticas. Al día de hoy gobiernan, casi en todo el mundo, una generación que nace hacia el final de la última guerra mundial 1945 a 1955, salvo excepciones y saltos generacionales. Su carrera, sin prisas, pero sin pausas, lo convirtieron en un político con credibilidad a nivel nacional y a través de la ONU, donde es consultor, a nivel internacional.
Al igual que cualquier gobernador, no es una reserva importante del PRD, o de ningún otro movimiento. Es en realidad un activo fijo y determinante, no solo para el destino de Tabasco, también para la estructura interna de su partido, el PRD. Siempre, por sobre cualquier división interna o externa ha ponderado su lealtad y agradecimiento a quien lo postuló y por supuesto, López Obrador quien ostentaba el liderazgo en el momento de la decisión Tabasco dentro del PRD, fue determinante para su nominación, situación que no solo ha reconocido públicamente, también ha manifestado su reconocimiento. Las diferencias en la política, siempre quedarán por debajo de las coincidencias que tienen mayor peso específico, pero existen y se dan y también se solucionan.
Fue el primer gobernador y sobre todo de oposición, en brindar su apoyo institucional al gobierno de la República, ante la política tomada por el presidente Trump. El respeto a las instituciones, esgrimido por el gobernador de Tabasco a favor de la República siempre han sido sobresalientes, solo los cortos de mira ven un acto de unidad nacional, como un acto negativo. Hoy más que nunca requerimos hombres y mujeres congruentes que defiendan desde cualquier trinchera nuestra soberanía nacional.
En breve estará por Tabasco Cuauhtémoc Cárdenas que, de manera importante, junto a un grupo de políticos intelectuales de México, de manera espontánea y firme, refrendaron el apoyo que todo presidente debe de tener, el de su nación, por encima de las diferencias. De manera importante, pero con miras al 2018, lo ha plasmado López Obrador. No es Peña, no es el PRI. Es México.
Por supuesto que no definir el Gobernador de Tabasco su decisión de apoyar a Morena en el próximo periodo electoral, es decisión de su partido, no lo expone en nada como deja entrever el senador Barbosa. No todos cambian de partido en busca de un cargo, no lo sabe, pero se lo informamos. Arturo Núñez no aceptó una senaduría como compensación a una decisión contraria del entonces partido en el que militaba, el PRI, por no ser el candidato oficial. Hay que ser congruentes señor Barbosa. Pasaron varios años para que se decidiera a incursionar en el PRD, sin cargo ofrecido por delante.
Fue más congruente Jesús Ortega, que, con un enfrentamiento abierto e incómodo con el tabasqueño, bien pudo tirarse al suelo, por lo contrario, negó cualquier liderazgo en Tabasco seguro que el PRD arrasará aquí y en México. Aunque vemos buenos deseos, exageró y menospreció la labor de AMLO a quien debió reconocer su liderazgo, pero es mejor decir lo que sientes que tirarte al suelo de forma ignominiosa.
